Economía

Cataluña camufla el impuesto a las grandes superficies: cobrará a los comercios por el tráfico que generen

  • Cargará 0,18 euros por coche y se aplicará a centros de 1.300 m2
Carme Forcadell Y Oriol Junqueras, durante la presentación de los Presupuestos para 2017. Foto: Luis Moreno.

La ley de acompañamiento de medidas fiscales que presentó ayer el Departamento de Economía catalán, junto a la propuesta de Presupuestos para 2017, trajo novedades en materia de impuestos.

La tasa sobre grandes establecimientos comerciales, que Cataluña mantiene en vigor a pesar del posicionamiento en contra de Bruselas, se ha reformulado para darle un carácter "medioambiental". Esta tasa, que hasta ahora se aplicaba a los comercios dependiendo de su tamaño, si se aprueba tal como figura en el proyecto de ley, se cobrará en base al tráfico de vehículos que muevan los establecimientos comerciales. No obstante, no se aplicará a todo el comercio -algo que podría volver a crear suspicacias con Bruselas porque la considera una ayuda de Estado hacia la tienda pequeña-.

Concretamente, la tendrán que abonar los establecimientos de más de 2.500 metros cuadrados (que ya están obligados por la legislación actual) y los de más 1.300 metros cuadrados que se encuentren situados en las inmediaciones de las ciudades.

El importe a pagar vendrá determinado por el tráfico de vehículos que genere el comercio. De acuerdo con la propuesta que se hizo pública ayer, se cobrará una tasa de 0,18 euros por vehículo que visite el centro comercial, el establecimiento en particular o la zona comercial compartida.

Según el proyecto, quedarán exentos 27.000 coches cada año y para calcular la base imponible se tendrá en cuenta o bien las plazas de parking con las que cuente el establecimiento (cuándo supere las mínimas reglamentadas el coeficiente corrector del impuesto aumenta), o su superficie.

En el caso de que el establecimiento no posea un aparcamiento propio, o bien no tenga instalado un detector de entradas y salidas de vehículos, se aplicará una tasa que variará dependiendo de los metros cuadrados y también de la categoría del establecimiento.

Por ejemplo, de acuerdo con la propuesta de Ley, los establecimientos que se dediquen a actividades como el bricolaje, la venta de artículos deportivos o el ocio y la cultura, se les aplicará un coeficiente más alto a la hora de calcular la base imponible. También tendrán una penalización aquellos establecimientos de estas características que se ubiquen fuera de los núcleos urbanos. El impuesto devengará anualmente, cada 31 de diciembre.

La Generalitat calcula que gracias a la reformulación de este impuesto captará 14,6 millones de euros en 2017 y unos 17,8 millones anuales.

Nueva tasa 'nuclear'

La presentación de la Propuesta de Presupuestos para 2017 también ha venido acompañada de la reformulación de la tasa sobre energía nuclear -suspendida por el Tribunal Constitucional-, para la que estima una recaudación anual de 62,8 millones, y la confirmación del impuesto sobre los refrescos y bebidas azucaradas. Foment ha reclamado retirarlo.

Asimismo, ha aprobado un aumento de la tasa impositiva sobre las máquinas recreativas en hostelería.

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