
El Banco Central Europeo está preparado para aumentar de forma temporal sus compras de deuda italiana tras el crucial referéndum que se celebra en Italia este domingo. Los resultados de esta consulta podrían afectar de forma importante al coste de financiación de Italia, lo que a su vez podría extenderse a otros bonos europeos. | La banca italiana vota 'sí' al próximo referéndum para evitar un colapso
Según fuentes de Reuters, el BCE podría flexibilizar su programa de compras y salir del marco de los 80.000 millones de euros mensuales para suavizar los movimientos del mercado tras el referéndum. El esquema es lo suficientemente flexible como para permitir un aumento temporal de las compras de bonos italianos, puesto que dicho movimiento no necesitaría el permiso del Consejo de Gobierno del BCE, que se reunirá el 8 de diciembre.
Distintas fuentes aseguran que el BCE contrarrestará cualquier incremento de los rendimientos de los bonos tras la votación, intentando sofocar la volatilidad y apoyando la estabilidad de los precios de los bonos más afectados por la consulta.
Este domingo, el Gobierno de Matteo Renzi se enfrenta al referéndum sobre la reforma constitucional que, entre otras cosas, suprime la función legislativa del Senado y que fue aprobada por el Parlamento el pasado 15 de abril. Así, pretende acabar con el bicameralismo perfecto al retirar al Senado la función legislativa.
De ser aprobada, la norma convertirá al Senado en una cámara de representación territorial sin capacidad para legislar, el número de senadores pasará de los 315 actuales a 100, entre consejeros regionales y alcaldes, y no serán elegidos en comicios generales sino durante los regionales. Tampoco percibirán sueldo por su rango de senadores, pero mantendrán la inmunidad parlamentaria, uno de los aspectos que más ha dividido al panorama político italiano. No obstante, las encuestas apuntan a que el 'no' cuenta con ventaja y podría imponerse el domingo en las urnas.
Ayuda temporal
Las fuentes han matizado que la ayuda se podría prolongar durante días o semanas, pero no cambiará la estructura del programa de compra de activos actual, cuyos pilares son los adecuados para lograr los objetivos de inflación que se marca el BCE.
Esto quiere decir, según Reuters, que si Italia o sus bancos necesitan apoyo financiero durante más tiempo, Roma tendría que pedir formalmente ayuda a las autoridades europeas.
"El Consejo de Gobierno entiende que existe el margen suficiente para ayudar a Italia, una ayuda que se usará si es necesario. El programa de compra de activos es flexible y esto permite superar los baches de volatilidad", según ha destacado una de las fuentes. Pero dicha flexibilidad no incluye el cambio del marco en el que se mueve este programa, ni su tendencia a media plazo.