
De los casi 3,7 millones de desempleados existentes al cierre del mes de agosto, sólo 2,036 millones percibían una prestación, según los datos del Ministerio de Empleo, que van con un retraso de un mes respecto al resto de datos de paro. Aunque ha bajado desde el inicio de la crisis, la tasa de cobertura nunca ha llegado a situarse por debajo del 50%, lo que significa que más de la mitad de los parados percibía una prestación, bien contributiva, bien asistencial.
Pero los datos por comunidades autónomas indican otra realidad: en nueve comunidades y en las dos ciudades autónomas, la tasa de cobertura se situaba en agosto por debajo del 50%, lo que significa que más de la mitad de sus habitantes en paro estaban desprotegidos al no recibir ninguna renta pública.
Los casos más extremos son los de Ceuta y Melilla, donde los parados que cobran un subsidio son casi una excepción, con tasas de cobertura del 35% y del 32%, respectivamente. Entre las comunidades autónomas, la que tiene una tasa más baja es País Vasco, donde el 59% de los parados no recibe una prestación. Por debajo del 50% también hay otras ocho comunidades: Asturias, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Madrid, Galicia, Navarra, Cantabria y Aragón, donde en agosto cobraban una prestación el 49,99% de los desempleados.
En el lado contrario se encuentran otras dos comunidades: Extremadura, donde más de dos tercios de los parados reciben una prestación, y Andalucía, con una tasa de cobertura del 65%. En ambos casos, juegan un papel importante los 120.000 beneficiarios del subsidio agrario (conocido como el PER), que perciben los agricultores de las dos comunidades tras trabajar una serie de jornadas al año.
El gasto en prestaciones baja más que el paro
En los ocho primeros meses del año, el gasto en prestaciones por desempleo ha bajado un 10%, hasta situarse en 12.601 millones de euros. Esto supone un ahorro de más de 1.400 millones de euros hasta agosto frente al año pasado. La caída del gasto en prestaciones es un punto mayor que la propia rebaja del paro, que es del 9% interanual, según Empleo.
Para este año, el Gobierno tiene consignados en el presupuesto 19.820 millones de euros, aunque, de seguir así, los pagos serían 1.000 millones de euros inferiores a la cantidad prevista.
A ello está contribuyendo sobre todo la caída del número de desempleados, aunque hay otros factores que también influyen, como el paro de larga duración, que hace que las prestaciones vayan mermando a medida que el desempleado no encuentra empleo, y también los menores salarios que perciben los que han encontrado empleo en los últimos años.