Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, está echando el resto para intentar salvar el desastre económico que sufre su país. Dada la situación de recesión, hiperinflación y pobreza que vive Venezuela, Maduro busca una especie de 'milagro económico'. Un economista español, al que el presidente ha bautizado como el 'Jesucristo de la economía', será el encargado de obrar esta maravilla. |Venezuela y el paradigma monetario de la extrema izquierda
Tal y como destaca The Wall Street Journal (WSJ), Nicolás Maduro ha puesto todas sus esperanzas en "un oscuro profesor marxista español". El nombre de este experto es Alfredo Serrano, doctor en Economía por la Universidad Autónoma de Barcelona y simpatizante de Podemos. Este economista se ha ganado el apodo de Jesucristo por su melena, barba y estilo a la hora de vestir.
Según destaca el WSJ, Serrano ha ido ganando terreno dentro de los asesores de Maduro en los últimos tiempo. Mientras que una buena parte de los expertos económicos que rodean a Maduro habrían abogado por introducir medidas 'pro-mercado' para superar la fuerte crisis, Serrano insiste en imponer un mayor control estatal sobre la economía como antídoto a la recesión y a la hiperinflación.
Más control estatal
Según miembros del Gobierno de Venezuela, la imposición de nuevas medidas de control sobre la industria, los precios de los alimentos y la oferta de bienes habrían sido engendradas por Alfredo Serrano. "Todos los intentos de reforma y coordinación con el sector privado han sido bloqueados por él", asegura un alto miembro del Partido Socialista Unido de Venezuela.
Los problemas se agudizaron en Venezuela poco después de que el precio del petróleo comenzase a desplomarse a mediados de 2014. En 2015, la economía latinoamericana se contrajo un 5,7%, mientras que para este año se espera que la recesión supere el 8%. Mientras tanto, el Fondo Monetaria Internacional prevé que la inflación llegue hasta el 481,7% en 2016 y puede que superar el 1.600% en 2017.
Reservas y tipo de cambio
Las reservas de divisas han caído hasta los 12.000 millones de dólares, una cantidad que queda muy lejos de los 43.000 millones de dólares de 2009. El Gobierno venezolano sigue insistiendo en un tipo de cambio fijo (mantiene artificialmente sobrevalorado el bolívar) que se encuentra muy por encima del tipo de cambio que dictan la oferta y la demanda en el mercado negro.
Esta compleja situación ha llevado a que varios asesores de Maduro recomienden una liberalización del tipo de cambio, eliminar determinadas subvenciones o levantar el control de precios sobre algunos bienes básicos. Es decir, permitir que las leyes del mercado actúen para que la economía venezolana vuelva a funcionar.
Sin embargo, Maduro decidió a finales de 2015 reformar la Ley de Precios Justos que establece unos márgenes máximos para los productores y ampliar el control sobre los precios de casi todos los bienes y servicios producidos en el país.
Y es que Nicolás Maduro tiene fe ciega en su economista de cabecera. "Es muy inteligente, un hombre muy cualificado, que está construyendo nuevos conceptos para la nueva economía del siglo XXI... Es el pensamiento económico de Hugo Chávez, es un hombre con mucho coraje". Así son los elogios lanzados por Maduro a Alfredo Serrano.
Después de estudiar economía en Barcelona, Serrano desembarcó en Venezuela a mediados de los 2000 junto con un grupo de anticapitalistas e intelectuales españoles, que más tarde pasarían a formar parte de Podemos, según explican desde el WSJ.
José Guerra, economista de la oposición venezolana, comenta que "Serrano es el típico europeo de izquierdas que llega a América Latina para experimentar con políticas que nadie quiere probar en casa: dominio estatal, control de precios y tipos de cambio fijos".
