Economía

El FMI rebaja el crecimiento de España dos décimas para 2017, hasta el 2,1%

El Fondo Monetario Internacional ha publicado su última revisión sobre sus Perspectivas de Crecimiento Mundial (WEO, por sus siglas en inglés), donde el equipo liderado por Maury Obstfeld, economista jefe de la institución, ha realizado ajustes sobre sus proyecciones para España. Mientras que el PIB de nuestro país seguirá creciendo un 2,6% este año, tal y como estaba previsto a finales de octubre, los expertos de la organización han rebajado en dos décimas sus cifras para el año que viene, cuando nuestra economía se expandirá un 2,1%.

Un ajuste comedido que sigue situando a España como la locomotora de la eurozona, por delante de Alemania, Francia e Italia, pero que coincide con la votación a favor del Brexit por parte de los ciudadanos británicos. "El resultado del voto en el Reino Unido, que sorprendió a los mercados financieros mundiales, implica la materialización de un importante riesgo a la baja para la economía mundial", estiman desde Washington mientras inciden en que "las perspectivas de la economía mundial para 2016 y 2017 se han deteriorado, a pesar de los resultados más favorables de lo esperado registrados a principios de 2016".

Según los cálculos de la institución, el PIB español terminará el año en curso creciendo un 1,8% en el cuarto trimestre y despedirá 2017 con un avance del 2,5% entre octubre y diciembre. La proyección de crecimiento anual del Fondo para la economía española este año se sitúa por debajo de la que elabora el panel de expertos de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), que elevó hasta el 2,9% el avance del PIB para 2016 y la previsión oficial del Gobierno, que es del 2,7%. Dicho esto, el ministro Luis de Guindos ya ha adelantado que ésta será actualizada alrededor del 3%.

Recordemos que durante sus reuniones de Primavera, celebradas el pasado abril, los técnico del Fondo, liderados por Christine Lagarde, ya avisaron que tras el exceso de déficit de 2015, España tendría que implantar "un ajuste fiscal considerable" en el presente ejercicio. Hace un par de meses, Gerry Rice, el portavoz de la institución, también recalcó que "el crecimiento potencial de España sigue constreñido por el peso de la deuda pública y privada, el débil crecimiento de la productividad, y abultado desempleo estructural".

Dejando de lado los retos nacionales y a la espera de que se forme un nuevo gobierno, parece que el Brexit se postula como uno de los mayores factores que han instigado una rebaja en las proyecciones para la zona del euro, donde hasta ahora "el crecimiento ha sido ligeramente superior al esperado, del 2,2% durante el primer trimestre, impulsado por la fuerte demanda interna, incluido un leve repunte de la inversión". De hecho, Obstfeld y sus chicos hubieran revisado al alza sus perspectivas para Europa si no hubiera sido por el resultado del referéndum en Reino Unido.

Dados los posibles efectos de una mayor incertidumbre en la confianza de los consumidores y las empresas (y las posibles tensiones bancarias), el crecimiento se ha revisado a la baja para 2017 en 0,2 puntos porcentuales con respecto a abril, mientras que se proyecta que el crecimiento en 2016 siga siendo ligeramente más alto, dados los resultados registrados durante el primer semestre del año. "Sin embargo, los retrasos en la resolución de los problemas heredados de la crisis en el sector bancario siguen planteando riesgos a la baja para las perspectivas", avisan.

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