Economía

El BCE sólo podría usar la versión más radical del 'helicóptero': regalar dinero a cada europeo

  • La moderación de precios lleva instalada en la Eurozona desde 2014
  • La legislación europea impide al BCE monetizar la deuda pública
Imagen: Dreamstime.

La tasa de inflación interanual de la Eurozona se ha situado en mayo en el -0,1%, frente a la caída de dos décimas de los precios en el mes anterior. Ya son más de dos en los que los precios no levantan cabeza a pesar de la ultra-expansiva política monetaria del BCE. No es de extrañar que cada vez más expertos hablen del 'helicóptero del dinero' como una herramienta más en la caja del banco central. En la reunión de hoy, el BCE ha mantenido los tipos de interés en el mínimo histórico del 0% y anunció que comenzará a comprar bonos corporativos el 8 de junio.

El último experto en hablar de esta política ha sido Santiago Carbó, Director de Estudios Financieros de Funcas e investigador de la Reserva Federal de Chicago. Carbó asegura en el blog de Funcas que llegados a este punto de dificultad para estimular los precios, cualquier medida empieza a ser considerada como una posible solución.

El 'helicóptero del dinero' es un híbrido entre política fiscal y montería. Como explican desde Deusche Bank, se trata de la capacidad del banco central para imprimir dinero, ya sea en forma de billetes o anotándolo en los balances de los bancos, los gobiernos o de los de individuos.

Es decir, se permitiría a los Gobiernos (o familias) gastar más o bajar los impuestos sin incrementar su deuda, puesto que estas políticas estarían financiadas por un incremento permanente de la oferta monetaria. En el caso de la Eurozona, la financiación directa a las familias sería la única opción, puesto que la legislación europea prohibe monetizar la deuda pública.

La opción del BCE

Carbó explica que "cada vez que se repiten registros negativos en la inflación (en España, llevamos cinco meses seguidos) se comienza a hablar de medidas extraordinarias. Una de las más originales es la que lleva el llamado 'helicóptero del dinero' a su expresión más radical: la posibilidad de que el BCE entregue dinero directamente a los europeos para fomentar el gasto". 

Esta sería la única opción viable para el BCE: "Esto sería así porque la autoridad monetaria no puede financiar directamente los déficits de cada país y la única opción para transferir esos fondos sería directamente al ciudadano", asegura el economista español. 

Y es que, tal y como explicaba en 2012 Peter Praet, economista jefe del BCE, en un discurso titulado 'el papel del banco central y los gobiernos de la Eurozona en tiempos de crisis', monetizar la deuda pública es una de las opciones que existen para intentar resolver los problemas de deuda soberana. Sin embargo, "la legislación de la Unión Europea excluye de forma tajante la opción de la monetización".

Praet sostenía que "la monetización conduciría de forma inevitable hacia una inflación muy elevada, con los costes que ello conlleva para la prosperidad económica". No obstante, la situación podría ser bien diferente en la actualidad. Cuando Praet pronunció ese discurso, la inflación crecía en la Eurozona a un ritmo interanual superior al 2%. En abril de 2012 (mes del discurso), los precios subieron un 2,6% en el área euro. 

Aunque la puesta en marcha del 'helicóptero del dinero' parece complicada, la situación también es desesperada: "Hoy por hoy parece casi imposible, pero también lo parecía hace dos años que el BCE acabara comprando deuda pública y bonos corporativos", sostiene Carbó. "La mera discusión de este escenario... refleja esa sensación de que cualquier medida es poca para impulsar los precios", sentencia el economista español.

¿Cuánto dinero podría dar el BCE?

Según explicaron hace unos meses los expertos del banco sueco Nordea Bank, el BCE podría soportar pérdidas de 444.000 millones de euros, equivalentes a 1.300 euros por ciudadano de la Eurozona. Este cálculo se realiza contabilizando el capital pagado a los bancos centrales de la zona euro por parte de gobiernos nacionales y por los beneficios que ha generado la entidad gracias a las diferentes operaciones que realiza con bonos, divisas y otros activos financieros.

El último balance consolidado de 2015, arrojaba que el BCE tenía un capital de 443.902 millones de euros. Sin la institución quisiera dar una mayor cantidad de dinero a los ciudadanos de la Eurozona tendría que incurrir en capital negativo. En principio, un banco central no puede quebrar porque tiene el monopolio sobre la creación de dinero. No obstante, si abusa de este arma el dinero puede acabar perdiendo todo su valor y la impresión de dinero valdrá para poco.

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