
La creciente división y heterogeneidad entre los países de la Eurozona pone en peligro el futuro del área monetaria. Sin una unión fiscal real o unas transferencias fiscales que ayuden a aliviar los shocks asimétricos, varios países "tendrán que salir del euro y devaluar", explican los expertos de Natixis. La situación actual es insostenible a largo plazo, se necesita una unión total para reducir los desequilibrios.
Los economistas de la firma francesa creen que llegará un momento en el que algunos países que conforman la Eurozona presentarán de forma estructural déficit por cuenta corriente, mientras que otros tendrán superávits por cuenta corriente.
La naciones especializadas en sectores que atañen mayor complejidad, especialización y un capital humano mejor formado gozarán de superávit por cuenta corriente, gracias a un elevado nivel de competitividad de los bienes y servicios que producen y a un euro que no es todo lo fuerte que sería si esos países tuviesen una divisas propia. Este pude ser perfectamente el caso de Alemania.
Por el contrario habrá otras naciones que se han especializado en sectores con menor valor añadido y de menor complejidad que incurrirán en déficits por cuenta corriente, "pero los déficits externos no se pueden eternizar sin federalismo, se tienen que corregir vía una contracción de la demanda doméstica permanente", lo que a la postre lasta la producción total del país y los estándares de vida de sus habitantes.
"Sin federalismo en la Eurozona, la divergencia en los ingresos entre los países crecerá, lo cual se deberá en parte a las diferencias en la especialización productiva y en parte a la necesidad de reducir la demanda doméstica", con el objetivo de corregir esos déficits externos.
Es algo insostenible
"Esta situación y la heterogeneidad es insostenible en el largo plazo", aseguran desde Natixis. "Las ventajas comparativas entre los países de la Eurozona son diferentes, tienen diferentes niveles de educación, diferentes fuerzas laborales, diferentes posiciones geográficas y diferentes niveles de gasto en innovación y desarrollo", explica el economista francés Patrck Artus.
Estas diferencias han creado sistemas productivos muy divergentes dentro de un misma área monetaria: "Holanda, Alemania, Finlandia, Irlanda y Austria son países con industrias potentes... países especializados en producir bienes y servicios exportables y obtener superávits externos, mientras que los países especializados en otros servicios y en la construcción tienen déficits externos estructurales", explican desde Natixis.
Concretando aún más la situación, desde la firma francesa no dudan en señalar que los países con este 'problema' crónico son Grecia, Portugal y España, "que ahora tienen una deuda externa insostenible y necesitan reequilibrar su balanza por cuenta corriente... mediante una contracción de la demanda doméstica", que afecta de forma directa a los estándares de vida de su población.
Crear bienes exportables
La especialización en la producción bienes y servicios no exportables, como es el caso de estos países, termina desembocando en "menores niveles de sofisticación económica y salarios más bajos".
Si la Eurozona no se convierte en los Estados Unidos de Europa con un presupuesto federal fuerte que sirva para transferir recursos a los países que sufren shocks asimétricos, España, Grecia y Portugal tendrán que analizar otras opciones: "Salir del euro y devaluar, impagar la deuda externa denominada en euros y establecer unas condiciones fiscales muy atractivas para atraer inversión".