
La revisión del cuadro macroeconómico que el Gobierno en funciones ha llevado a cabo para el envío del nuevo Programa de Estabilidad a Bruselas frustra que España sea capaz de recuperar su tamaño económico previo a la crisis este mismo año, tal y como se había barajado hasta ahora. El objetivo tendrá que esperar, ya que con un avance del 2,7%, el PIB terminará 2016 en 1,11 billones, 6.000 millones de euros por debajo del récord que se obtuvo en el año 2008 -ejercicio muy negativo en términos económicos, pero en el que aún aumentó la actividad por la inercia de los ejercicios anteriores-. Hoy mismo la Comisión Europea ha publicado que cree que España incumplirá de nuevo el déficit en 2017.
Nuestro país perderá de esta forma un año respecto a la eurozona, que sorprendió al avanzar un 0,6% de enero a marzo y ha logrado ya reconquistar su nivel previo a la Gran Recesión. En cualquier caso, y si las turbulencias internacionales y la ingobernabilidad doméstica siguen sin afectar en exceso a nuestra economía, el PIB alcanzará los 1,116 billones de 2008 durante el primer trimestre de 2017, algo que pondrá de manifiesto que la crisis económica más dura que se recuerda en décadas le habrá costado a España ocho años de parón de la actividad.
El objetivo de volver a niveles previos a la recesión en tan sólo un año es compatible con el crecimiento del 0,8% experimentado por nuestra economía a lo largo del primer trimestre, que ha dejado el PIB en torno a los 1,090 billones de euros, un volumen equivalente al de finales del año 2007. Distinto es lo que sucede con la tasa de desempleo, ya que según el nuevo Programa de Estabilidad remitido a las instituciones europeas ésta se seguirá situando en 2019 en el 14%, cuando a finales de 2008 registró un 13,4%.; y con la deuda, disparada ahora por encima del 99,2% frente al 39% de hace ochos años.
Pendientes del exterior
Pese a la rebaja de previsiones sufrida por España, el Ministerio de Economía aún mantiene una versión optimista sobre el futuro a corto plazo. Tanto es así que el propio ministro en funciones, Luis de Guindos, aseveró el pasado viernes en Consejo de Ministros que los nuevos cálculos son "prudentes y cautos", ya que no se puede descartar que la economía se comporte mejor de lo esperado y volver al PIB previo a la crisis se logre "incluso a finales de este año".
Y mejor de lo esperado se ha mostrado la economía en el primer trimestre, cuando el Banco de España y la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) habían apostado por un avance trimestral del 0,7% y el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha situado el incremento en el 0,8% en una primera lectura.
Guindos sostenía hasta hace pocas semanas que si España "sigue la senda reformista" podría registrar incluso un avance del PIB "superior al del año 2015". Es en ese caso en el que el volumen de nuestra economía conseguiría reconquistar los niveles precrisis. Bastaría un crecimiento del 3,2%, similar al del pasado ejercicio, para llegar a los 1,116 billones.
De cualquier forma, y si España logra capear los efectos de la incertidumbre política como hasta ahora, las miradas del Ejecutivo se dirigirirán al exterior. Porque es el escenario internacional donde nuestro país se juega crecer más o menos del 2,7%.
El nuevo Programa de Estabilidad ha basado sus supuestos en un escenario en el que el precio medio del barril de Brent se sitúa algo por debajo de los 40 dólares. Sin embargo, es consciente de que un incremento medio del 10% -que costase finalmente 44 dólares- reduciría dos décimas el crecimiento. Pues bien: estos días el barril se mueve entre los 46 y 47 dólares, por lo que no se puede descartar que en esta ocasión el efecto sea algo más negativo del previsto.
Por otro lado, la evolución económica de nuestros principales socios comerciales puede modificar al alza o a la baja el comportamiento de nuestras exportaciones. Durante el primer trimestre avanzaron el 4,1%, escenario que el Ejecutivo fija como plausible para todo el año. En este sentido, el hecho de que la zona euro -a donde se dirigen la mayor parte de nuestras ventas- esté creciendo por encima de lo previsto puede favorecer la evolución del PIB al alza. En su escenario de riesgos, el Gabinete de Guindos explica que España crecería 6 décimas menos si la demanda de exportaciones cediese el 4%.
La eurozona ya lo ha logrado
Sometida como España a dos recesiones en los últimos ocho años, lo cierto es que la actividad en el conjunto de la eurozona se fue comportando mejor que la española desde 2010 y hasta 2015, momento en el que nuestro país recobró tasas de crecimiento del 3%.
Ese hecho, ligado al mejor resultado de Francia (0,5% en el primer trimestre) y al avance en conjunto del 0,6% según la oficina estadística Eurostat, han llevado a los países de la moneda única a volver al tamaño que registraban justo antes de la quiebra de Lehmann Brothers, en el año 2008. El PIB de los Diecinueve vuelve a situarse con holgura por encima de los 10 billones de euros.
Hacienda cree todavía que recaudará más
El Programa de Estabiliad remitido el viernes a Bruselas no incluye una revisión del escenario de ingresos por impuestos que remitió en su día el Ministerio de Hacienda cuando elaboró los Presupuestos Generales del Estado para 2016.
Así, el Gobierno sigue apostando por un incremento recaudatorio del 4% en el conjunto del año, y todo ello pese a que hasta marzo el avance es de sólo el 0,3%. El IRPF, con el último tramo de la rebaja fiscal, cae el 5,6%.