
El presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), José Luis Escrivá, auguró ayer durante la Comisión de Presupuestos del Congreso de los Diputados que el crecimiento económico de los próximos años solo reducirá el déficit público hasta el 2,5%, justo la mitad del nivel actual.
"En ausencia de nuevas medidas, no lograremos bajar de ese nivel, que, por otro lado, sólo se registrará a finales de la nueva legislatura", advirtió, recordando además que esa insuficiente reducción impedirá "que baje el nivel de deuda pública", actualmente cercano al 100% del PIB.
Con tres años de retraso
De sus palabras se deduce que el cumplimiento del Pacto de Estabilidad y Crecimiento europeo, por el cual el déficit debe ser inferior al 3%, se retrasará a 2019, tres años más tarde de lo acordado con Bruselas. En 2016, el desfase presupuestario debería ser del 2,8%, algo en lo que nadie confía: AIReF, de hecho, estima que se situará en el nivel del 4% por los problemas de la Seguridad Social y el poco margen con el que cuenta ahora el Estado.
Ante los diputados, Escrivá esgrimió que los vientos favorables que soplan sobre la economía española motivarán crecimientos "en el entorno del 2,5%" durante los próximos años. "A partir de ahí el potencial es inferior al 2%", insistió, en un razonamiento similar al que utilizan el FMI y las agencias de calificación, que han alertado a España de que sin nuevas reformas afronta un avance latente del PIB de algo más del 1,5% anual.
Esfuerzo "manejable"
Pese a que la reducción del déficit se ha convertido casi en una pesadilla para los distintos gobiernos españoles desde hace casi una década, el presidente de AIReF quiso lanzar un mensaje tranquilizador. Gracias al avance de la economía "el esfuerzo estructural es ahora manejable", no como sucedió desde 2010, año en el que Bruselas obligó al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero a aprobar un paquete brutal de ajustes, y hasta 2013, cuando el PIB se situaba en negativo y se registraba una fuerte destrucción de empleo.
Escrivá, que compareció en el Congreso por segunda vez en una semana, volvió a hacer énfasis sobre los problemas financieros de la Seguridad Social, auguró que si el desfase presupuestario se va reduciendo medio punto del PIB al año hasta lograr llegar a ese 2,5%, no será necesario aprorbar nuevas medidas de recorte e incluso se podrá incrementar ligeramente el gasto.