Economía

El BCE podría estar cerca de reconocer que no puede hacer más por la Eurozona

  • El 'helicóptero del dinero' no debería ser una opción
  • Sus compromisos impiden que tome ciertas decisiones
Mario Draghi. Foto de Reuters

El Banco Central Europeo (BCE) está haciendo todo lo posible por lograr inflación. El Índice de Precios al Consumo Armonizado (IPCA) lleva desde 2014 presentando tasas de variación interanuales cercanas a cero e incluso negativas. La institución lucha sin descanso para evitar la deflación y estimular los precios, implementado un número amplio de políticas convencionales y no convencionales, que no han logrado su objetivo. Al BCE le quedan pocas alternativas y las que quedan pueden ser contraproducentes.

Según muestran los economistas de la firma de inversión francesa Natixis, el BCE "probablemente haya alcanzado una situación en la que tendrá que resignarse a que la inflación se sitúe alrededor del 1% en la Eurozona", contando con la recuperación del precio del petróleo, lejos de su objetivo oficial de una tasa cercana al 2%.

Las opciones que le quedan al BCE para lograr depreciar el euro y obtener así inflación dentro de la Eurozona son pocas y muy arriesgadas. Acumular reservas extranjeras, comprar activos con mucho riesgo, el controvertido 'helicóptero del dinero' y recortar aún más los tipos de interés. 

Intervenir en el mercado de divisas

La primera opción es la acumulación de reservas. Este movimiento lo realizan muchos bancos centrales en el mundo. La operación consiste en lo siguiente: la institución monetaria compra dólares, yenes, libras y otras divisas, a cambio de euros. Sin embargo, como explican los expertos de Natixis, "la mayoría de los países que forman parte de la OCDE se han comprometido a no intervenir de forma directa en el mercado de divisas para modificar su tipo de cambio". 

La segunda opción es que el BCE siga ampliando su balance añadiendo los activos riesgo muy elevado a la lista de 'elegibles' por parte del BCE, como pueden ser los bonos 'high-yield' o incluso acciones. "Estas compras podrían ir en contra de la filosofía del Banco Central Europeo, que sólo adquiere activos libres de riesgos". 

El 'helicóptero del dinero'

También está  la opción del 'helicóptero del dinero', una herramienta que consiste en la creación de dinero para "repartirlo sin que el banco central adquiera ningún activo a cambio". Es una vía para incrementar la oferta monetaria de forma constante y probablemente tendría efecto sobre la inflación, pero la independencia del BCE sería cuestionada y su resultado es una incógnita. Y es que en ninguna ocasión se ha logrado aumentar la oferta monetaria en la cantidad adecuada para que los precios y la economía crecieran saludablemente. 

"No vemos al BCE permitiendo desequilibrios en su balance, es decir, sumando el dinero emitido a su pasivo sin incorporar nada a cambio que compense a su activo". El banco central puede incurrir en un capital negativo, algo que sería sinónimo de quiebra para un banco privado, pero no para un banco central, puesto que estas instituciones poseen el monopolio sobre la creación de dinero. 

Por último, cabría esperar que el BCE recortase aún más los tipos de interés. Los expertos de Natixis creen que esta posibilidad tampoco tiene mucho recorrido puesto que "los tipos negativos sobre depósitos están reduciendo los beneficios de los bancos y su capacidad para elevar su capital". 

De modo que se podría decir que el BCE se está quedando sin opciones reales para llevar los precios hacia el objetivo que se marca la propia institución. Las alternativas que barajan algunos expertos conllevan asumir grandes riesgos y por el momento el BCE se ha mostrado como uno de los bancos centrales más conservadores en sus actuaciones.

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