
Es cierto que el PIB está creciendo de forma sólida en EEUU y la salud del mercado laboral es casi óptima. Sin embargo, las bolsas o el petróleo parecen estar emitiendo señales que anticipan una recesión, un mensaje que los ferrocarriles de mercancías parecen avalar con los últimos datos publicados.
Y es que tal y como publica Bloomberg, los envíos de mercancías por ferrocarril han caído en 2015 a mínimos de los últimos seis años y las cosas no parecen que vayan a mejorar en 2016, unos datos que preocupan a los analistas de Bank of America.
El banco estadounidense ha explicado en una nota para clientes lo siguiente: "Nosotros creemos que los datos ferroviarios pueden estar dando señales de advertencia sobre la economía en general. Los envíos ferroviarios han caído un 5% en cada una de las últimas once semanas. Cuando se produce un descenso poco después suele venir una recuperación, sin embargo, lo que estamos viendo actualmente con un descenso de los datos prolongado no ocurría desde 2009", advierte el documento de Bank of America.
Ken Hoexter, economista de la entidad financiera norteamericana, explica que en otras ocasiones semejantes descensos en los envíos de ferrocarril han logrado anticipar recesiones económicas: "Periodos similares de debilidad sólo han ocurrido en cinco ocasiones desde 1985. Una fue durante la mayor parte de 1988, otra durante la primera mitad de 1991, también varias semanas en 1996; a finales del año 2000 y principios del 2001 y, por último, a finales de 2008 y la mayoría del año 2009". Todos estos periodos han coincidido con una recesión de varios trimestres.
Son varios los expertos que sostienen que el menor uso del carbón como fuente de energía o la desaceleración de la industria del fracking podrían estar detrás de este descenso en el envío de mercancías a través del ferrocarril.
Sin embargo, esta teoría que justificaría el descenso en los envíos de mercancías por ferrocarril pierde fuerza cuando se analizan los datos de forma desagregada. Según Hoexter y su equipo, el descenso se está extendiendo a sectores de consumo, además de los energéticos que pueden tener algo que ver con el cambio de estructura económica.
Por eso, el equipo de Bank of America se muestra cauteloso ante la situación. Según los analistas, habrá que esperar a los datos que se vayan publicando en esta primera mitad del año. Pero lo cierto es que los mercados financieros están enviando señales en las últimas semanas y parece que los envíos por ferrocarril también lo están haciendo.
Los mercados financieros envían señales
Y es que hace escasos días, Larry Summers, ex secretario del Tesoro de EEUU y profesor de Economía en la Universidad de Harvard, señaló que los mercados a veces envían señales falsas, por lo que no se deben seguir sus movimientos como si fuera un indicador que acierta el 100% de las veces, pero lo cierto es que "la sabiduría convencional nunca es capaz de ver un conjunto de tormentas". En muy pocas ocasiones el FMI ha sabido anticipar una recesión cuando la economía todavía estaba creciendo.
Summers cree que "las señales deben ser tomadas en serio cuando son de larga duración y vienen de muchos de mercados a la vez". También hay que observar los niveles de inflación actuales "que no alcanzarán los niveles que se marcan como objetivo dentro de una década en EEUU, Europa o Japón".
Lo que está ocurriendo en China es importante por su tamaño, la volatilidad que está conllevando y el escaso margen de maniobra que tienen los bancos centrales: "El riesgo global para las economías de EEUU, Europa y muchos emergentes es el mayor que puedo recordar. Los políticos deberían esperar lo mejor y prepararse para lo peor", culmina Lawrence Summers.