
Ian Bremmer, presidente de Eurasia Group, consultora líder en riesgos políticos, atiende las preguntas de elEconomista desde su oficina en Manhattan durante un arranque de año que ha borrado más de 2,5 billones de dólares en capitalización bursátil. Con las miras puestas en China, Bremmer considera que la situación debería calmarse en las próximas semanas, pero los riesgos acechan.
En una semana en la que China ha vuelto a generar serias dudas sobre el estado de salud de su economía, ¿será 2016 el año de una recesión global ?made in? China?
Es extremadamente difícil que vayamos a ver una recesión global provocada por China este año. Pekín va a asegurarse de que el crecimiento cumpla con los objetivos establecidos. El gobierno chino está inclinado a que esto ocurra y además tiene las herramientas necesarias para asegurarse de que así sea.
¿A cuáles se refiere?
No debemos olvidar que tienen 3,5 billones de dólares en reservas y pueden usarlas sin problema. China tiene la habilidad de manipular sus mercados, sus instituciones financieras y asegurarse de que las quiebras no se materialicen. No es un mercado abierto como al que estamos acostumbrados en Occidente y se quiere evitar cualquier tipo de inestabilidad política. Las herramientas disponibles permiten a los líderes evitar tensiones sociales y políticas que en otros países ya se hubieran manifestado.
Entonces, ¿no deberíamos preocuparnos por el ajuste que sufre el gigante asiático?
Mis preocupaciones sobre el aterrizaje de emergencia de China se extienden más allá del medio plazo. A corto plazo mis preocupaciones no son domésticas sino externas, ya que existen implicaciones ante el incremento del poder y la volatilidad de los mercados chinos. Poder porque están concediendo cheques a países de todo el mundo en un momento donde otras potencias no lo hacen y volátil porque sus mercados sufren movimientos violentos que provocan una sobrereacción en los mercados globales.
¿Cree que la situación puede acabar afectando a las economías avanzadas? No debemos olvidar que China es uno de los principales acreedores de EEUU...
Los líderes chinos son muy inteligentes y no usarán esa herramienta. Si vendieran un volumen considerable de los bonos del Tesoro estadounidenses, el resto de sus tenencias no valdrían mucho. China necesita que la economía de EEUU evolucione favorablemente. Ambos países son conscientes del nivel de destrucción económica mutua que pueden llegar a generarse y eso es un incentivo para limitar el uso de armas de ataque económicas.
Respeto mutuo, pero con matices...
Sí. Lo que no quiere decir que se eche mano de escaramuzas como ataques cibernéticos o espionaje industrial pero China no acorralará a EEUU con la amenaza de vender su deuda. Dicho esto, con el tiempo, Pekín espera crear una alternativa a la arquitectura económica global liderada por EEUU. Esto implica un yuan más fuerte en algún momento para atraer a los inversores y posicionarlo realmente como una divisa de reserva tras su inclusión en los Derechos Especiales de Giro (SDR, por sus siglas en inglés) del FMl.
El ajuste en China es uno de los factores que ha contribuido a la caída del crudo. Mientras tanto, muchos esperan que las nuevas tensiones geopolíticas entre Irán y Arabia Saudí logren frenar el bombeo de petróleo. ¿Es posible?
Arabia Saudí ya no cuenta con el enorme respaldo de sus aliados tradicionales en la zona. Han tenido que presionar mucho para conseguir el apoyo de los Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Kuwait y Sudán. Sin embargo no cuentan con el apoyo de Amán mientras Irak está más alineado con Irán. El levantamiento de las sanciones a Irán bomberá un millón de barriles más al mercado mientras la producción de iraquí y de Libia seguirá al alza.
¿Hay precios bajos para rato?
La revolución energética liderada por Oriente Medio ha cambiado su eje central al hemisferio occidental y esto seguirá afianzándose con el tiempo. Las tensiones entre Irán y Arabia Saudí escalarán y harán la zona mucho más inestable y eso acabará por generar un contexto alcista para los precios del crudo.
Mientras tanto, en la eurozona, la crisis de los refugiados sirios ha generado grietas políticas entre los distintos miembros. Si sumamos esto a los problemas económicos de antaño y el auge de los nacionalismos políticos, ¿cree que veremos una transformación en la unión del Viejo Continente?
La zona del euro sobrevivirá pero ya no representará lo que ha sido históricamente. Es una analogía similar a la de EEUU, que sobrevive pero su valores ya no son los mismos, ahora no es el policía del mundo ni la tierra prometida para inmigrantes y refugiados. La eurozona permanecerá pero el libre tránsito y otras libertades desaparecerán. Desafortunadamente estamos viendo como los valores europeos y estadounidenses se mueven hace un denominador común mucho más limitado.