Economía

A pesar del optimismo, España seguirá siendo un país relativamente pobre, según el CER

  • La construcción no volverá a aportar al crecimiento del PIB como en 2006

Así de claro lo manifiesta el Centre for European Reform (CER) de Londres en el último informe publicado. En un documento titulado gain or more pain in Spain?, se destaca que "a pesar del actual optimismo sobre la economía de España, hay razones para creer que España seguirá siendo un país relativamente pobre".

El primer problema que lastrará la economía española de cara al futuro es el elevado nivel de deuda pública (99% sobre el PIB). El CER cree que la baja inflación hará que los intentos por reducir el endeudamiento no sirvan demasiado. La caída de los precios que está registrando España está siendo perjudicial para el país y sus agentes económicos, ya que el nivel de deuda real (descontando la inflación) no disminuirá demasiado lo que lastrará el consumo y la inversión. 

Más inflación para la deuda

"España necesita unos niveles de inflación mucho más elevados, pero a día de hoy parece complicado que esto suceda a corto plazo: en España hay un exceso de recursos ociosos, una tendencia que se va a mantener mientras que el desempleo siga en niveles 'anormales', algo que va a mantenerse durante muchos años", señala este documento de trabajo. España no logrará converger en términos de PIB per cápita con los países más ricos de Europa por un cúmulo de factores que lastrarán su economía. Además, España aún no ha recuperado los niveles previos a la crisis de PIB como muestra el gráfico.

"El BCE ha sido demasiado complaciente con la inflación en la Eurozona durante demasiado tiempo. La inflación en España es y seguirá siendo más baja que el promedio de la Eurozona, y lo que necesita la economía española es un poderoso estímulo monetario para elevar las expectativas de inflación, pero esto es algo que no va a ocurrir de forma inminente". 

Por otro lado, el informe sostiene que aunque el BCE mantenga unos tipos de interés en mínimos históricos, en España los tipos de interés reales van a ser demasiado altos para la situación que vive el país: "La economía española sigue deprimida y necesita unos tipos de interés reales negativos para que la recuperación de la inversión y el consumo se mantengan en el tiempo.

Desafortunadamente, los tipos de interés reales seguirán siendo altos en España, porque dentro de una unión monetaria los tipos de interés reales a los que se presta el dinero suelen ser mucho más altos en los país más débiles (donde la inflación es más baja)". 

Esta situación puede obligar a que el capital humano y físico más cualificado y productivo se concentre en las regiones más ricas de la unión monetaria. "Esto es algo que sucede en todas las uniones monetarias, pero mientras que en EEUU o Reino Unido este impacto negativo es amortiguado por transferencias entre regiones o estados, en la Eurozona no existen este tipo de mecanismos. Además, España tiene poco margen fiscal para compensar este problema". 

Productividad, construcción y exportaciones

El documento también ataca a la productividad de España. Si la productividad no crece drásticamente, los niveles de vida de España nunca convergerán con los de los Estados más ricos de la Unión Europea. "Los elevados costes reales de financiación y la elevada carga de la deuda amenazan la inversión", que a la postre desemboca en mejoras de productividad. Además, "de los empleados creados en los últimos años, una elevada proporción pertenece a sectores como poco valor añadido, especialmente relacionados con el turismo".

Las exportaciones han ayudado a España a iniciar la recuperación económica, sin embargo, éstas no han crecido en valor monetario porque las empresas estén enviando al exterior bienes de alto valor añadido, "las exportaciones han crecido sobre todo impulsadas por sectores de bajo valor añadido como la comida o el petróleo refinado. Las exportaciones han crecido porque los salarios han bajado, este modelo no es sostenible, España no puede competir de forma eterna por costes laborales".

Para culminar, como no podía ser de otra forma, este informe recurre al sector de la construcción: "El boom de la construcción fue el factor que más contribuyó al crecimiento económico... Aunque la construcción se recupere tras tocar suelo, hay pocas esperanzas de que vuelva a ser lo que fue observando el estancamiento demográfico del país. Existe un fuerte excedente de viviendas vacías, muchas de las cuales tendrán que ser demolidas. Mientras tanto, el gasto en infraestructuras continúa siendo débil, como consecuencia de las presiones fiscales que encara el Gobierno español".

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