Seguramente a su pesar, el presidente Mariano Rajoy y su ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, podrían pasar a la historia como los ideólogos de una de las mayores subidas de impuestos en décadas.
Los datos de la propia Agencia Tributaria dicen que en sus tres primeros años en La Moncloa, Rajoy aplicó subidas fiscales con un efecto de 23.259 millones de euros para Hacienda. A cambio, en este último año de Gobierno, los cambios permitirán un alivio al contribuyente de unos 5.000 millones (van 3.380 millones hasta agosto).
El próximo 20 de diciembre, cuando los españoles voten a su próximo presidente, el IVA estará tres puntos por encima (21% frente a 18%) que la última vez que votaron. También han subido los impuestos al tabaco y al carburante. Por el contrario, el IRPF está ahora más bajo que cuando Rajoy aterrizó en La Moncloa, aunque después de tres años muy por encima. Sociedades también paga ahora tipos más bajos aunque los cambios aplicados a las deducciones hace que algunas empresas paguen más ahora que al comienzo de la legislatura.
Otra de las cifras que marca el "mandato fiscal" de Rajoy es la deuda: la de la Administración Central está ya en 917.955 millones de euros y eso que faltan de contabilizar los últimos seis meses del Gobierno actual. De esta forma, desde el inicio de la legislatura, la deuda del Estado ha crecido a un ritmo de 227.864 euros diarios, una cifra ligeramente superior a la registrada en el segundo mandato de Rodríguez Zapatero (225.364 euros diarios).
De esta forma, Rajoy va a llegar a las elecciones con un nivel de endeudamiento muy cercano al 100% del Producto Interior Bruto (PIB). La Administración Central es el principal responsable de este nivel, con un 86,6% del PIB de deuda al cierre del primer semestre de 2015.
50.000 millones de ayudas a la banca
En buena medida, este incremento de la deuda se ha debido al rescate bancario. De los 61.500 millones de euros en los que el Banco de España cifra las ayudas a la banca, unos 50.000 han sido aprobados durante la etapa de Rajoy, incluyendo los 18.000 que se concedieron a Bankia y que acabaron por forzar a España a pedir el rescate a sus socios europeos.
Además, aunque los recortes de gasto han sido una constante desde que Rajoy llegó a La Moncloa, lo cierto es que en los presupuestos no se ha notado. Los casi 162.000 millones presupuestados para este ejercicio suponen un incremento de más del 6% respecto a los 152.000 del año 2012, que, aunque pueda parecer lo contrario, fue cuando Rajoy tuvo un presupuesto más bajo.
Con estas cifras, no es raro que España sólo haya cumplido el objetivo de déficit una vez bajo el mandato de Rajoy, en 2014, aunque bien es cierto que la Administración Central ha sido, junto con los ayuntamientos, la más cumplidora. No obstante, la Seguridad Social, también bajo el mandato del Gobierno central ha registrado siempre datos peores de lo previsto.