Economía

El nuevo Ejecutivo afronta un mes de frenesí reformista

  • El Gobierno que salga de las urnas deberá cumplir con las exigencias impuestas
El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem. Foto: Reuters.

Con las elecciones ya celebradas, el nuevo Gobierno que emerja de los acuerdos entre los partidos tendrá por delante una tarea hercúlea para recuperar el pulso económico, mantener la dirección política, y no colapsar ante la crisis migratoria. Syriza roza la mayoría absoluta.

El nuevo primer ministro tendrá pocas semanas después del 1 de octubre, cuando oficialmente tomará posesión el nuevo Ejecutivo. Antes de que concluya el mes, deberá cumplir con una larga lista de demandas y ajustes impuestos por sus acreedores de la eurozona, para equilibrar sus cuentas, sanear la economía y así acceder a los hasta 86.000 millones de euros del tercer rescate. En ultima instancia, Grecia tendrá que que alcanzar un superávit primario (antes del pago de intereses) de 0,25% del PIB este año, seguido de 0,5%, 1,75% y 3,5% en años sucesivos hasta 2018.

Para generar ingresos adicionales, y superar el golpetazo que dejará el corralito aplicado en julio sobre todo en las cuentas de la segunda mitad del año, los socios del euro exigen medidas muy contestadas en Grecia como la eliminación del subsidio a los agricultores para el diésel. También deberán presentar en octubre reformas estructurales "creíbles" que puedan generar un ahorro estimado del 1% del PIB, para entrar en vigor hasta 2018.

Más recortes en pensiones

La prioridad será meter la mano a fondo a las pensiones, ya que según la troika es un sistema "costoso" y "fragmentado", por lo que piden "pasos mucho más ambiciosos" para ahorrar un cuarto de punto del PIB este año y un 1 por ciento el que viene.

Atenas también deberá crear para octubre un grupo de expertos para reformar la norma referente a los despidos colectivos o la negociación colectiva, dos de los temas que más roces generaron con los acreedores. Y deberá adoptar para diciembre un plan integral para combatir la economía sumergida, que se estima que alcanza hasta un cuarto del PIB.

La lista continúa con medidas para combatir el fraude fiscal, optimizar la gestión del proceso presupuestario, continuar con ajustes del sector sanitario, profundizar la liberalización de productos y servicios, y un largo etcétera.

Igualmente crucial será el nuevo saneamiento del sector financiero, para el que los europeos han reservado hasta 25.000 millones del rescate, aunque aun se deben diagnosticar las necesidades de los bancos griegos, o acelerar el proceso de privatizaciones en sectores sensibles como el energético o el de transporte y logística.

La primera revisión llegará "en otoño" (no necesariamente a finales de octubre) lo que dará algo de margen a Grecia.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky