Economía

La UE se juega su credibilidad fiscal en las urnas de Grecia, Portugal y España

  • El déficit europeo, por debajo del 3%, en peligro por el auge de los populismos

Europa afronta, seis años después de que prendiera la mecha de la crisis de deuda, un nuevo match point. En tres meses, tres países rescatados por Bruselas, Grecia, Portugal y España, afrontan una cita decisiva con las urnas. Una cita en la que el verdadero combate se producirá entre fuerzas políticas que defienden el orden en las cuentas públicas y otras, de corte más populista, que amenazan con una revisión del actual marco europeo y aumentos considerables del gasto público.

Grecia, el 20 de septiembre; Portugal, el 4 de octubre; y España, previsiblemente el 20 de diciembre, podrían alterar el rumbo adoptado por la UE en aquel Consejo Europeo de mayo de 2010 en el que se pactó el primer rescate sobre las finanzas helenas a cambio de reformas y ajustes en Atenas y Madrid. Entonces, el déficit comunitario ascendía casi al 7% del PIB, y el de los países del euro, al 6,3%. Hoy la situación ha cambiado, y la Eurozona y Europa cumplen las reglas fiscales y mantienen un déficit inferior al 3%, aunque el BCE alertó el pasado jueves de que el esfuerzo estructural "se ha detenido".

Respecto al crecimiento, la situación también ha cambiado. La UE avanzará entre el 1,5% y el 2% este año, con España como una de sus locomotoras (3,3% estimado por el Gobierno). Mientras, en 2010, el estallido de la crisis de deuda condenaba al Sur de Europa a una nueva y dura recesión.

Grecia, el precedente

El primer país en celebrar elecciones ha sido Grecia. Este país, que ha vivido la recesión más larga en el conjunto del euro (seis años), refleja a la perfección el peligroso efecto del populismo. Syriza se hizo con el poder en enero, justo un mes después de que el país firmara su primer año con crecimiento (0,8% en 2014). Alexis Tsipras fue aupado a la presidencia entre promesas de firmeza con la troika y devolución de derechos sociales a los griegos, cuando finalmente ha sucedido lo contrario.

Tsipras tensó la cuerda con los acreedores internacionales, convocó un referéndum unilateral, impagó al FMI y se vio obligado a ordenar un corralito en junio. Finalmente, ahogado por las circunstancias, se vio obligado a firmar un tercer rescate con las instituciones europeas por valor de 86.000 millones, a cambio de reformas en pensiones, impuestos y un durísimo programa de privatización por valor de 3.000 millones en tres años.

Pese a que la cuestión griega se ha reconducido, el país heleno ha pasado de esperar un crecimiento superior al 2% para este año a augurar un retroceso de entre el 2% y el 4%, según el propio Parlamento de Atenas.

Portugal, el vecino tranquilo

Portugal, rescatado en 2012 por la UE, pasa por las urnas el 4 de octubre. El conservador Pedro Passos-Coelho se juega su continuidad frente al socialista António Costa, que hasta hace unas semanas encabezaba los sondeos.

A Passos-Coelho, que ha recortado distancias, le favorece la renovada buena marcha de la economía portuguesa, que encadenará en 2015 su segundo año de crecimiento. Tras reformar pensiones, aprobar drásticos recortes en sanidad y educación, bajar el salario de los funcionarios y hacer de la austeridad su máxima seña de identidad, logró que el país volviera a los mercados el año pasado y que ahora se financie con relativa tranquilidad.

Lo cierto es que, de los tres países que afrontan comicios en este trimestre, Portugal es el que ofrece menos dudas. El socialista Costas, al que los conservadores acusan de "radicalismo" y que en realidad es el único junto a Passos-Coelho con capacidad para gobernar, está destacando por la moderación en sus promesas de aumento del gasto público. Promesas recogidas y cuantificadas en una web para no despertar el recelo de los mercados.

España, la bomba de relojería

Grecia y Portugal, que han desencadenado tormentas importantes en el euro desde 2010, tienen un PIB inferior al de Madrid o Cataluña, Pero España en su conjunto es la cuarta economía de la eurozona, y sus elecciones preocupan especialmente en Bruselas. El BCE, el FMI y el Gobierno alemán, entre otros, ya han advertido de los "riesgos" que entrañan los comicios.

Algunos partidos como Podemos no explicitan su programa electoral, pero han defendido la actitud de Syriza a lo largo de todo el año. Las encuestas le colocan tercero tras el PP y el PSOE, que reconoce que derogaría entre otras la reforma laboral. Aunque su líder, Pedro Sánchez, despierta menos recelos que el de Podemos, Pablo Iglesias, preocupa la posibilidad de un gobierno de coalición que ponga en solfa la reducción del gasto y revierta lo que la canciller Angela Merkel denomina "exitosa agenda reformista española".

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