
Angela Merkel y el Gobierno alemán han mostrado sin tapujos su voluntad para acoger a todos los refugiados que haga falta, sin duda una gran muestra de solidaridad por una parte, sin duda también porque Alemania necesita a esos refugiado si quiere mantener un fuerte crecimiento económico en los próximos años. El vicecanciller alemán, Sigmar Gabriel, ha considerado que Alemania tiene capacidad de acoger a unos 500.000 refugiados al año, una cifra que no ha sido elegida al azar.
Fue en el año 2010 cuando el expresidente del Instituto Alemán de estudios Económicos (DIW), Klaus Zimmermann, realizó estas declaraciones: "A partir de 2015 perderemos cada año 250.000 trabajadores. Entonces faltarán ya en el mercado tres millones de empleados, sobre todo fuerza laboral cualificada. A la vez, los trabajadores serán cada vez más mayores y aumentará el número de los no cualificados".
Zimmermann explicó que el retroceso de la población traería consigo "un descenso del PIB. El bienestar se reducirá, sobre todo en regiones despobladas como Mecklemburgo-Antepomerania. Nuestros sistemas de seguros sociales como las pensiones se verán financiados por cada vez menos trabajadores, lo que traerá consigo graves problemas financieros".
"Esto significa que habrá que incrementar la edad laboral hasta los 70 años. Y ni siquiera esto será suficiente. Necesitamos urgentemente mano de obra e inmigrantes del extranjero, como mínimo 500.000 al año para asegurar nuestra economía", subraya Zimmermann.
Una población menguante
A día de hoy, Berlín estima que la población en edad de trabajar se habrá reducido en 6 millones de personas en 2030, un proceso que continuará dentro de un entorno en el que los fallecimientos serán superiores a los nacimientos. Por eso parece lógico que Gabriel comente lo siguiente: "Si logramos controlar la situación, formar a las personas que están llegando e introducirlas en el mercado laboral, nosotros habremos resuelto el mayor problema económico que se nos presenta en el futuro: escasez de trabajadores y cualificación".
Otro reto importante para Alemania y su tejido empresarial es formar a esos cientos de miles de nuevos 'alemanes' para que encajen en el mercado laboral. Según publica Reuters son muchos los empresarios, tanto pequeños como grandes, los que han manifestado su interés. Hay muchos negocios que quieren aprendices, algo que es cada vez más complicado de encontrar en una Alemania donde nacen pocos niños y la mayoría quiere tener estudios superiores.
El actual presidente del DIW, Marcel Fratzscher, también cree al igual que su predecesor que Alemania necesita que sigan llegando extranjeros: "Necesitamos trabajadores si queremos mantener la fortaleza económica de Alemania". Los inmigrantes ha ocupado dos terceras partes de los puestos de trabajo que se han creado en Alemania en los últimos cinco años, explica el economista alemán a Reuters.