
Las nuevas tecnologías y la desaparición de barreras en la selección de pareja podría estar fomentando la unión entre personas con niveles de educación y de ingresos similares. Es decir, los individuos 'más parecidos' entre sí están uniendo sus vidas contribuyendo de este modo al incremento de la desigualdad económica.
Marc Goñi, profesor de Economía de la Universidad de Viena, destaca en el blog Nada es Gratis que en la actualidad "la gente tiende a casarse con quien comparte un nivel similar de educación, de ingresos y estatus social. Este fenómeno ,conocido como emparejamiento selectivo, ha contribuido al aumento de la desigualdad en EEUU", al igual que podría estar haciéndolo en el resto de países desarrollados.
Tal y como demostró el premio Nobel de Economía Gary Becker está bastante aceptado que "nuestra pareja depende de nuestras preferencias, pero también de con quién nos encontramos". Los avances tecnológicos está eliminando esa segunda parte 'con quién nos encontramos'. Aplicación de búsqueda de pareja como Edarling o Tinder están permitiendo a los solteros y solteras mejorar los sistemas de búsqueda de pareja prácticamente sin incurrir en costes. Además, las mejoras de las comunicaciones permiten establecer un mayor espacio de búsqueda para encontrar a la persona que se adecue a la búsqueda. El emparejamiento selectivo está al alza.
"El 60% de las parejas americanas se conocieron en lugares donde la entrada está restringida. La universidad o clubes sociales predominan entre estos lugares". Los diferentes costes de entrada en estos lugares termina uniendo a personas con similares niveles de formación y de renta. Hablando de una forma vulgar, los individuos cualificados y con mayores posibilidades de obtener un nivel de renta elevado terminan emparejándose, al igual que sucede en el lado opuesto.
El ejemplo del Londres Victoriano
Un buen ejemplo de cómo afectan los emparejamientos a la desigualdad económica se produjo en el Londres Victoriano del siglo XIX. Las clases más pudientes de la sociedad londinense unía a sus descendientes en una serie de bailes y festejos conocidos como London Season. A estos bailes sólo podían acceder personas con un determinado estatus social, lo que fomentaba la unión entre iguales en términos de renta.
"Por la muerte de la madre y del esposo de la reina, la Season se suspendió entre 1861 y 1863, durante esos años gran parte de la cohorte se casó con plebeyos. Además, el emparejamiento selectivo en términos de patrimonio se redujo notablemente", explica Marc Goñi.
"En definitiva, en 'El Capital en el Siglo XXI' de Piketty predice que, salvo que se tomen las medidas adecuadas, veremos un futuro dominado por rentistas. Quizá estas medidas adecuadas deben considerar también las webs de encuentros, la segregación en los 'colleges', los clubs sociales y demás mercados matrimoniales", culmina el economista.