Economía

El FMI sigue recelando de Grecia mientras la UE habla de un acuerdo

Aunque en Europa se hablaba la mañana del jueves de un acuerdo inminente, el FMI rebajaba las expectativas a primera hora de la tarde tras advertir de que existen aún grandes diferencias con Grecia en lo relativo a las principales cuestiones de la negociación, por lo que considera que un potencial acuerdo con el país heleno está "muy lejos". Las bolsas europeas minimizaron las subidas tras la negativa de la institución.

Gerry Rice, portavoz del Fondo, ha asegurado que no ha habido ningún progreso en las negociaciones con Grecia. En este sentido, ha explicado que persisten "grandes diferencias", especialmente en pensiones e impuestos, por lo que remarcó que está "bastante lejos" un acuerdo. Aún así, subrayó que el FMI "nunca se retira del diálogo". 

El portavoz del FMI defendió que Grecia no puede cumplir sus objetivos fiscales a medio plazo sin abordar una reforma de las pensiones, recordando que la pensión promedio en Grecia es igual a la alemana y los griegos se jubilan años antes que los germanos, cuando la economía de los segundos es sensiblemente más grande.

En cuanto a los impuestos, el portavoz del Fondo apuntó que las políticas de alzas impositivas no son sostenibles y destacó la necesidad en cambio de ampliar las bases, señalando en el caso del IVA que el país heleno tiene una de las brechas más grandes de la UE en recaudación de este impuesto.

Los acreedores dan por hecho el acuerdo

A pesar de la retirada del equipo encargado de las negociaciones técnicas, la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, acudirá al Eurogrupo del próximo 18 de junio en Luxemburgo. En ese encuentro es donde, según Jeroen Dijsselbloem, podría certificarse un acuerdo.

Fuentes comunitarias consultadas por elEconomista también reconocen que el trato entre Grecia y sus acreedores podría estar extremadamente cerca, porque técnicamente ya es posible ante los avances registrados en estos días. El primer ministro griego, Alexis Tsipras, aprovechó la cumbre de líderes de la UE y de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribe (Celac), que se celebró este miércoles y este jueves en Bruselas para acercar posturas.

El miércoles por la tarde, Tsipras se reunió por sorpresa con el presidente de la Comisión de la UE, Jean-Claude Juncker. La conversación tuvo lugar en uno de los descansos de la cumbre y fue "un intercambio breve y agradable de puntos de vista", según explicó un portavoz de la Comisión a la prensa. Ambos políticos acordaron volver a reunirse este jueves. Sin salir de Bruselas, el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, confesó que los acreedores estarían dispuestos a perdonar a Grecia el crítico ajuste de las pensiones.

El encuentro entre Tsipras y Juncker no fue el único movimiento de la jornada. El primer ministro heleno se reunió con Angela Merkel y François Hollande. "Existe la voluntad de trabajar con las tres instituciones y eso lo tenemos que aprovechar", señaló Merkel.

La reunión había quedado en entredicho el martes, después de que la propuesta de Atenas para destrabar una nueva financiación para su economía fuera considerada insuficiente por los acreedores, pero este miércoles a media tarde Merkel disipó las dudas al asegurar que se reuniría con Tsipras si éste se lo pedía. La canciller, que en los últimos tiempos va dando muestras de una cierta flexibilidad con Grecia, apeló a la voluntad política y advirtió de que "cada día cuenta" para lograr un acuerdo.

Alemania exige una sola reforma

El Gobierno germano se daría por satisfecho con el compromiso inicial de una única reforma de Alexis Tsipras, según Bloomberg. El resto de las condiciones para el rescate del país, que aún está pendiente de recibir el siguiente tramo de ayuda de 7.200 millones, se irían negociando escalonadamente.

Hasta ahora, los acreedores, con Alemania a la cabeza, exigían el cumplimiento de todos los puntos de una hoja de ruta para Grecia: subir impuestos, vender activos (privatizar), rebajar las pensiones...

El actual programa de ayuda de Grecia concluye el 30 de junio, día en que tendrá que hacer frente al pago de 1.500 millones al FMI. Además, afronta la amortización vencimientos de deuda pública por más de 3.500 millones.

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