
La delicada situación económica de Grecia ha llevado al Fondo Monetario Internacional (FMI) a buscar fórmulas para intentar que Grecia haga frente a sus compromisos financieros con la institución. Así, el portavoz del FMI, William Murray, ha asegurado que la institución ha abierto la opción de que Grecia unifique todos los pagos del mes que viene. Este procedimiento es una opción a disposición de los países, que únicamente fue utilizado una vez en los años 80 por el Gobierno de Zambia.
Dicho de otra manera, el país heleno debe hacer el abono inmediato de 300 millones de euros el 5 de junio, así como otros tres: 340 millones el 12 de junio, 567 millones el 16 y 340 millones el 19. Si se suman, harían un total de más de 1.500 millones. El FMI ofrecería la posibilidad de agrupar todos estos pagos para abonarlos en uno sólo en la última fecha del vencimiento.
Por el momento, Atenas no ha notificado que tenga intención de agrupar estos pagos. "No hemos recibido ninguna solicitud para consolidar los pagos", señaló Murray.
Insiste en una reestructuración de la deuda
En otro orden y de manera extraoficial, el FMI cree que puede ser necesario iniciar una reestructuración de la deuda de Grecia, en la que se incluiría una quita, aseguraron fuentes citadas por Bloomberg que participan en la reunión de ministros de Finanzas del G7 que ha empezado hoy en Dresde (Alemania).
No es la primera vez que el FMI habría barajado esta opción. A principios de mes, Financial Times aseguraba que la institución que dirige Christine Lagarde amagaría con no liberar su parte en el tramo de 7.200 millones de euros del rescate que las instituciones de Bruselas negocia con Grecia si no se producía una reestructuración de la deuda helena. Finalmente, la idea no salió adelante y hoy vuelven los rumores.
En cuanto a las negociaciones, muy avanzadas a día de ayer según aseguraron fuentes griegas, parecen ser confusas a día de hoy. El portavoz del Gobierno de Grecia, Gabriel Sakellaridis, asegura que espera un acuerdo antes del domingo. Más prudentes se muestran en la Comisión Europea al asegurar que quedan "elementos abiertos" en las negociaciones que deben ser resueltos.