Economía

Alemania y Grecia perfilan su acuerdo: menos superávit a cambio de reformas

  • Se solucionaría el problema del rescate, queda pendiente un acuerdo global
  • Uno de los puntos de desacuerdo es el nombre que recibirá la extensión
Alexis Tsipras charla con Angela Merkel, ayer en Bruselas.

El acuerdo sobre Grecia parece cada día más cercano. Detrás del tono conciliador de la cumbre de ayer hay también puntos concretos de acuerdo: Alemania está dispuesta a relajar las exigencias de superávit primario y Grecia está dispuesta a continuar con las reformas y con las privatizaciones. De esta forma se evitan los problemas de financiación, pero todo indica que quedará pendiente una solución final que satisfaga a Atenas y a Bruselas. Esperanza de un acuerdo: Tsipras acepta hablar con los acreedores.

Así lo asegura hoy la agencia Bloomberg, que dice que las negociaciones entre miembros del gobierno griego y representantes de los acreedores continúan hoy mismo, y que incluso podría haber un principio de acuerdo este lunes, cuando está prevista la próxima reunión del Eurogrupo sobre Grecia.

Al final, ambas partes han mostrado su disposición a hacer renuncias para llegar a un acuerdo que evite una nueva crisis en el país heleno y aleje el fantasma de una ruptura del euro en un momento en el que la recuperación de la Eurozona sigue siendo muy débil y vulnerable.

Alemania abre la mano

Fuentes berlinesas aseguran que el gobierno de Angela Merkel no va a insistir en todos los elementos que conforman el actual programa de rescate heleno. Por ejemplo, Alemania está dispuesta a negociar el tamaño del superávit primario (antes del pago de intereses) de Grecia y las condiciones de las ventas de activos públicos que debe realizar Atenas. Eso sí, a cambio de que el programa continúe.

Grecia, por su parte, está dispuesta a mantener más de dos terceras partes de las exigencias de la troika, algo que desde Berlín se valora como muy positivo ya que demuestra la voluntad de Atenas de continuar con las reformas. En concreto, Alemania apoyará a Grecia en la mejora de la recaudación fiscal y en la lucha contra la corrupción.

Además, el país mediterráneo mantiene su disposición a seguir con el superávit primario, según fuentes griegas, algo que por otro lado ha afirmado públicamente su ministro de Finanzas, Yannis Varoufakis, en diferentes ocasiones. Actualmente, Grecia tiene el compromiso de mantener este superávit en el 3% este año y en el 4,5% el que viene, nivel que quiere rebajar hasta el entorno del 1-1,5%. De este modo, liberaría fondos para cumplir sus promesas.

Otro punto en el que Grecia parece dispuesto a ceder es en el de las privatizaciones. Esta misma semana ya se especulaba en la prensa financiera internacional que una de las mayores, la del puerto del Pireo, continuará en marcha, aunque más problemática parece la de las eléctricas.

Sin consenso sobre el nombre

El acuerdo, por lo tanto, solo depende de las promesas finales que presente el gobierno de Alexis Tsipras. Un primer paso llegó ayer con el acuerdo para que las negociaciones continuasen después de que el propio Tsipras accediera a hablar con la troika. Sobre la mesa queda pendiente la denominación final que reciba la continuación de la ayuda: Grecia habla de nuevo contrato, pero no hay consenso por el momento.

La extensión, nuevo programa, acuerdo puente o el nombre que tome definitivamente no es solamente un asunto nominal, como tampoco lo es hablar de la troika o "las instituciones", aunque en Bruselas las bromas se suceden sobre el asunto.

Además del simbolismo, que tanto ha utilizado electoralmente Syriza hablando de humillación y recuperación de soberanía, implica una negociación directa de las condiciones de los préstamos con el BCE, la Comisión Europea y el FMI, no con los temidos hombres de negro.

Una diferencia sutil pero que es una de las principales entre los rescates de Grecia, Irlanda y Portugal con el rescate, o "préstamos en condiciones favorables", como lo definió Luis de Guindos, ministro de Economía español. Y es algo que parece que en el núcleo de la Eurozona también gana adeptos, como mostró ayer Austria al apoyar públicamente un trato para Atenas similar al que se dio en 2012 a Madrid.

Con una quita descartada, sigue pendiente también el acuerdo sobre el monto total de la deuda de Grecia, algo que sin embargo parece descartado en la actual ronda de negociaciones, centrada principalmente en alcanzar un compromiso para que la financiación de Grecia continúe sin problemas una vez expire oficialmente el actual programa el 28 de febrero. No en vano los miembros del gobierno heleno siempre hablan de un horizonte temporal de seis meses para cerrar definitivamente las negociaciones.

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