
Kenneth Rogoff, famoso profesor de la Universidad de Harvard, cree que en estos momentos "no es realista esperar que los contribuyentes griegos vayan a poder pagar su deuda a corto plazo".
Sin embargo, Rogoff señala en un editorial publicado en Project Syndicate que la presión que ejerce Alemania es la correcta porque Grecia debe mantener sus compromisos para continuar aplicando reformas estructurales.
Pero a cambio, el núcleo duro de la zona del euro deberá hacer grandes concesiones, unas concesiones que podrían generar un precedente para que otros países puedan aprovechar la circunstancia. Y si esto sucede, apunta el profesor, no debería presentarse oposición alguna.
"Tarde o temprano otros países periféricos necesitarán ayuda", estima Rogoff, que espera que Grecia no sea expulsada de la Eurozona. ¿Una buena idea? La quita es necesaria no solo para Grecia, sino para la supervivencia del euro.
Dicho esto, el autor del libro Esta vez es diferente no descarta que para evitar un colapso financiero se tengan que imponer medidas temporales como controles de capital. "La Eurozona debe continuar siendo flexible si quiere evitar una ruptura", señala.
Rogoff reconoce que Grecia cometió excesos en el pasado pero recuerda que no es la única culpable de la situación actual. "La decisión de admitir a Grecia en el euro en 2002 fue lamentablemente irresponsable", asegura este economista señalando directamente a Francia.
En este sentido, Rogoff arremete contra los bancos alemanes y franceses por beneficiarse enormemente de la financiación irresponsable del endeudamiento heleno. "Desbordaron de dinero a un estado frágil cuya credibilidad fiscal era incierta", explica.