Más de 2,82 millones de españoles tienen un trabajo a tiempo parcial. Así lo indica la última Encuesta de Población Activa (EPA), que apunta a un incremento del 15,8% de este tipo de contratos desde el comienzo de la crisis. Es decir, mientras el empleo a tiempo completo caía en más de tres millones de puestos entre 2008 y 2004, se creaban casi 400.000 nuevas ocupaciones a tiempo parcial.
De esta forma, ha pasado de suponer en torno al 11,8% del total de ocupados antes de la crisis a ser el modo de vida de uno de cada seis empleados.
De hecho, de los 434.000 puestos de trabajo creados a lo largo de 2014, el 15% era trabajo a tiempo parcial. Incluso en el último trimestre del año pasado se crearon 196.000 puestos de este tipo, más de lo que aumentaron los ocupados en el mismo periodo (65.000).
Pero aunque es innegable el avance de este tipo de jornada, lo cierto es que no termina de convencer a los trabajadores. Actualmente, más de 1,76 millones de personas, el 62,7% de quienes tienen un empleo con jornada parcial lo han aceptado por no encontrar un empleo a tiempo completo.
Antes de la crisis, en 2008, quienes se veían obligados a aceptar este tipo de contrato eran poco más del 31% del total. Es decir, dos tercios buscaban un empleo a tiempo parcial, justo al revés que ahora.
La principal característica de los empleos a tiempo parcial es que están mayoritariamente ocupados por mujeres. De los 2,82 millones de puestos de este tipo que recoge la EPA, más de 2 millones los ocupan mujeres, es decir, más del 70% del empleo parcial, habitualmente peor pagado, es femenino.
Mientras, también crece el pluriempleo, aunque no en la misma medida. En el último trimestre del año, subieron en 32.000 las personas con un empleo secundario, pero el total, 390.000, es ligeramente inferior al de otros momentos de 2013 y 2014.
El número de autónomos crece
