
La deflación, un término que suena bien (caídas de precios) pero que los economistas no quieren ni oír. La caída prolongada de los precios es uno de los mayores temores presentes en la eurozona: la deflación incrementa la deuda real, retrasa en el tiempo las decisiones de consumo e inversión ante la idea de que los precios van a seguir cayendo, incentiva las reducciones salariales, erosiona los beneficios de las empresa, se incrementa el paro... Con todos estos argumentos en contra ¿quién iba a pensar que existe un tipo de deflación buena? Pues la hay y EEUU la está 'disfrutando'. Un 53% de los gestores de renta fija ven un elevado riesgo de deflación en Europa
Según publica el portal financiero Bloomberg, en EEUU se está produciendo un tipo de 'deflación' beneficioso, muy distinto al proceso de deflación en Europa, que según define este portal es "malo y feo".
Deflación mala
Nancy Lazar, cofundadora de Cornerstone Macro LP, explica que "la deflación mala debilita el crecimiento, mientras que la buena lo estimula", como está ocurriendo en EEUU.
También es cierto que hay que hacer una pequeña apreciación, la economía estadonidense no está inmersa en un proceso deflacionario real, los precios están creciendo al 1,5% interanual, por debajo del objetivo de la Fed y a un ritmo muy inferior a 2011 cuando crecieron más de un 3% o a 2008 cuando el IPC creció más de un 5%, pero siguen creciendo. Por lo que ténicamente hay que hablar de moderación de precios.
Por el contrario, la eurozona sí está muy cerca de vivir un proceso deflacionario real, ya que los precios tan sólo crecieron un 0,3% en septiembre. Laurent Freixe, jefe de operaciones de Nestlé, señala que "la deflación está siendo mucho mayor en determinadas partes de Europa, sobre todo en la zona occidental".
Demanda y oferta
Europa es más susceptible a la mala deflación que EEUU, porque su crecimiento es débil, el desempleo es alto y sus crisis de deuda es intratable, asegura Freixe. Y es que, la deflación en la eurozona se está produciendo por falta de demanda, mientras que la moderación de precios en EEUU se produce por el incremento de la oferta, sobre todo del petróleo y del gas, gracias al 'fracking'.
Esta moderación en los precios incrementa el poder adquisitivo de los norteamericanos, que pueden comprar más bienes y servicios gracias a unos precios más asequibles. Ya que los costes laborales en EEUU ha crecido un 1,2% en el segundo trimestre de 2014.
Por el contrario, en la eurozona ocurre todo lo contrario. Los costes laborales en Italia, Irlanda y Chipre han caída, en Grecia por ejemplo se han desplomado un 3,6% en el primer trimestre.
"La eurozona tiene una diferencia fundamental con EEUU, el riesgo de entrar en una espiral recortes salariales, lo que junto a la deflación incrementa la deuda real", asegura Marchel Alexandrovich, economista para Europa en Jefferies International Ltd.