El FMI advirtió recientemente que la situación fiscal de China es más débil de lo que muestran sus datos oficiales debido a su mayor deuda y un déficit más grande, pero no lo suficiente para hacer saltar la voz de alarma. Con todo, el país lleva tiempo en el punto de mira por esta razón y ya ha empezado a analizar con lupa cualquier comentario que pueda mermar la confianza en el país. Especialmente de toda entidad que no sea china. "Hemos creado un monstruo de deuda": la alerta de Deutsche Bank.
Según informa el South China Morning Post, funcionarios del gobierno chino son cada vez más escépticos sobre los informes de investigación de la banca extranjera y tratan de evitar a los analistas económicos de estas entidades debido a la creciente desconfianza sobre la gravedad de los problemas de deuda del país.
Investigadores económicos y empleados de medios de comunicación estatales explican al South China Morning Post que el departamento de propaganda del gobierno ha dado instrucciones a los editores de los principales medios de comunicación oficiales para que tengan cuidado con aquellos a quienes invitan a hablar sobre la economía de China y lo que podrían decir acerca de los problemas y desafíos que enfrenta el país después de su largo periodo de crecimiento sobrealimentado.
"No hay ninguna lista negra ni otra, digamos, blanca, pero está claro que estamos siendo animados a invitar solo a determinados economistas y analistas de empresas y bancos nacionales para hablar sobre la economía de China, especialmente en retransmisiones en directo", señala una fuente de un medio de comunicación que ha pedido no ser identificada.
Además, la Comisión Reguladora Bancaria de China solía invitar a algunos economistas de los bancos extranjeros a las reuniones a puerta cerrada sobre el desarrollo de la industria bancaria del país, por lo general sobre su política de préstamos. Pero desde el año pasado, este tipo de reuniones se han reducido de manera significativa. Ahora tan solo un pequeño número de analistas son invitados a este tipo de citas.
"El sentimiento general ha cambiado claramente. El banco central y los reguladores son ahora más cautelosos acerca de lo que dicen", señala uno de los economistas.
Si el departamento de propaganda del Gobierno central está desalentando a la prensa de recurrir a las opiniones de expertos económicos extranjeros, algunos de los cuales ya han lanzado advertencias sobre los problemas del país, poco se espera leer en los medios acerca de las preocupaciones sobre la creciente carga de la deuda o los problemas de la llamada banca en la sombra, a los que recientemente se tuvo que enfrentar China.
El país logró evitar recientemente una crisis bancaria por culpa del default de un producto de inversión de alto rendimiento.