
El Gobierno francés ha anunciado hoy que ha diseñado su presupuesto para 2014 sobre la base de un crecimiento de la economía del 0,9%, por debajo del 1,2% de su programa de estabilidad transmitido a Bruselas en abril.
El ministro de Finanzas, Pierre Moscovici, ha presentado hoy a la prensa las grandes líneas del proyecto de presupuesto del próximo ejercicio y ha mantenido la previsión de un incremento del Producto Interior Bruto (PIB) del 0,1% para este año, y eso pese al inesperado incremento del 0,5% del segundo trimestre, que permitió poner fin a la recesión.
Además, el Gobierno francés espera ahora que la reducción del déficit sea menor de lo inicialmente estimado, por lo que espera cerrar 2013 con un desequilibrio presupuestario del 4,1%, cuatro décimas más del objetivo del 3,7%.
Asimismo, en el próximo ejercicio el déficit presupuestario galo superará la meta prevista del 2,9%, al alcanzar el 3,6%, según las nuevas previsiones.
La Comisión Europea concedió a Francia una ampliación del plazo -en concreto dos años- para dejar su déficit por debajo del umbral del 3% del PIB.
El presupuesto de 2014 implicará un ahorro de 15.000 millones de euros respecto al precedente, lo que significará que los recortes supondrán un 80% de los esfuerzos para disminuir el déficit, al tiempo que el 20% restante procederá de las subidas de impuestos.
Subida de IVA
Una de las principales modificaciones del sistema impositivo será el cambio de los tipos del IVA: el normal subirá del 19,6% al 20% desde el 1 de enero; el "reducido" del 7% al 10%; y el "súper-reducido" caerá ligeramente del 5,5% al 5%.
El primer ministro, Jean-Marc Ayrault, anunció que el impuesto sobre la renta volverá a estar indexado con la inflación, después de dos años de congelación del baremo que supuso mecánicamente una mayor presión.
En el impuesto de sociedades, uno de los cambios será el recurso al excedente bruto de explotación como base imponible en lugar de la facturación.
Según el ministro de Hacienda, Bernard Cazeneuve, la presión fiscal suplementaria representará 3.000 millones de euros, en lugar de los 6.000 millones que se había contemplado en los últimos meses.