Economía

Adiós a la recesión, ¿y ahora qué? Las sombras que amenazan la recuperación

Imagen: Getty

Varios miembros del Gobierno y dirigentes del Banco de España, entre otros, han apuntado al segundo y tercer trimestre como punto de inflexión en el ciclo económico de España. Pero aunque el país empiece a registrar tasas positivas de PIB, todavía se deberá andar un largo camino antes de volver a un crecimiento sólido.

Aún en el caso de que España ponga punto y final a siete u ocho trimestres consecutivos de contracción, la sombra de la recesión seguirá proyectándose durante mucho tiempo, incluso amagando con volver.

De hecho, el Fondo Monetario Internacional echó un jarro de agua fría el martes a las proyecciones del Gobierno al posponer el crecimiento hasta 2015, un año después de lo previsto por el Ejecutivo de Mariano Rajoy.

"Es verosímil que salgamos de la recesión en no mucho tiempo, pero eso no será sinónimo de una recuperación significativa", dijo Emilio Ontiveros, presidente de Analistas Financieros Internacionales. "Si nos ajustamos a la caligrafía, podríamos estar en la panza de la 'U' más tiempo del deseable", agrega.

Incluso, hay quienes no descartan un nuevo retorno a la recesión, prolongando en el tiempo la amenaza de una evolución de la recuperación en forma de "W", que sería la tercera desde que estallara la crisis a finales de 2007.

"El problema de la economía española es el daño que ha sufrido su mercado laboral y la intensa destrucción del tejido empresarial durante 5 ó 6 años y esto va a suponer un lastre importante para la recuperación", dijo Santiago Sánchez Guíu, coordinador de economía del instituto Flores de Lemus de la Universidad Carlos III.

¿Vuelta a la recesión?

"No podemos descartar una vuelta a la recesión porque los lastres son tan fuertes que no nos vamos a distanciar significativamente de un crecimiento cero", agrega Sánchez.

En el contexto del pinchazo de una gigantesca burbuja inmobiliaria, España ha acumulado una tasa de paro de hasta el 27,16%, la más alta desde que comenzara la serie en 1976, derivando en un colapso del consumo, un deterioro de los ingresos impositivos y un incremento de la morosidad.

Es precisamente la perspectiva de que este elevado desempleo persista en el tiempo lo que hace difícil prever una reactivación con visos de continuidad en el tiempo.

Para no pocos analistas, otro de los aspectos fundamentales que va a orientar el ritmo del crecimiento doméstico será la evolución de su déficit público, cuya reducción es la prioridad del Gobierno en materia económica.

"En adelante, la clave para el crecimiento es cómo evoluciona el déficit público", señala Henrik Lumholdt, presidente de Inside Economics, para quien la segunda recesión en cinco años que sufre la economía española es debida al ajuste fiscal, por lo que un eventual endurecimiento del mismo equivaldría a un nuevo ciclo de contracción.

"Si la política fiscal se deja tal cual, podríamos tener tasas de crecimiento de entre 0,0 y 1% (intertrimestral) y, a partir de ahí, la evolución dependerá de la economía exterior y de la situación del crédito", agregó Lumholdt.

La amenaza exterior

La intensa crisis económica que ha devastado a los países periféricos del euro también se ha dejado notar en los estados más sólidos de la zona, con un descenso de sus ventas a los principales socios comerciales de la región.

De hecho, las exportaciones alemanas registraron en mayo su mayor caída desde finales de 2009 mientras que las importaciones subieron más que lo esperado, en una señal de que la mayor economía de Europa está teniendo problemas para vender sus productos en el extranjero.

"Este es un resultado lógico y esperado por mera trasmisión. Para vender es necesario que haya un comprador. Si falta la contraparte, no hay negocio", apunta un analista.

Tras perder el impulso que daba la construcción a la economía nacional, la economía española también se ha refugiado durante la crisis en sus exportaciones como único baluarte de su crecimiento, pero los datos más recientes apuntan a que este soporte ha perdido solidez.

En el primer trimestre del año la aportación del sector exterior al crecimiento doméstico solo subió una décima hasta el 2,9% frente a las cuatro décimas que se había incrementado en el trimestre anterior.

La crisis financiera

El proceso de fuerte endeudamiento que registró la economía española en el anterior periodo de crecimiento económico trajo consigo, cuando se instaló la crisis, una fase de continuado desapalancamiento que ha derivado en la actual sequía crediticia en un clima de paulatino incremento de la morosidad.

Según los últimos datos del Banco de España, la morosidad de los créditos concedidos por bancos, cajas, cooperativas y establecimientos financieros de crédito a particulares y empresas se incrementó hasta el 10,87% en abril, cuatro centésimas más que la registrada el mes anterior, y los pronósticos más pesimistas no descartan tasas de mora cercanas al 20 por ciento en el futuro.

De hecho, existe consenso entre analistas de que la escasez de crédito, así como su elevado coste, para pequeñas y medianas empresas (PYMES) está trabando la recuperación económica del país.

No obstante, los bancos, que antes concedían créditos fácilmente, ahora ponen todo tipo de obstáculos pese a haber recibido unos 41.000 millones de euros de un rescate europeo, como consecuencia del duro proceso de reestructuración que está atravesando el sector y del que aún no se ve el final.

"Junto con la mejora de la confianza empresarial, es indispensable que vuelva a fluir el crédito para la consolidación de la economía española de cara a 2014/2015", concluye Estefanía Ponte, directora de estrategia y economía de Cortal Consors.

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