El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha empeorado sus previsiones para España en 2014. El organismo estima ahora que la economía del país se estancará el próximo ejercicio, después de que en abril esperaba un crecimiento del 0,7%. Unas estimaciones que van en contra del optimismo económico mostrado en las últimas semanas por el Gobierno de Mariano Rajoy.
El FMI acaba de publicar la última actualización de sus Perspectivas Económicas Mundiales (WEO, por sus siglas en inglés). Una de las principales conclusiones del informe es que el esperado despegue de la economía mundial no termina de llegar. Una situación que se hace especialmente llamativa en el caso de España, que sufre, junto con Brasil, una de las mayores rebajas de previsiones de todos los países analizados, tan sólo dos meses después de las anteriores estimaciones.
Un jarro de agua fría
El FMI espera que España no experimente ningún crecimiento el próximo ejercicio. Estima que registrará una tasa cero de evolución del Producto Interior Bruto (PIB) el año que viene, lo que supone una rebaja de siete décimas respecto a las previsiones del pasado mes de abril, cuando pensaba que la economía español abandonaría la recesión y crecería un 0,7%.
Las estimaciones del FMI son mucho más pesimistas que las del Gobierno de España, que en su cuadro macroeconómico contempla un avance del PIB del 0,5% en 2014. Además, supone un jarro de agua fría para las últimas declaraciones de miembros del Ejecutivo, que hablan de un cambio de tendencia inmediato en la evolución de la actividad.
Pese a esta fuerte revisión a la baja del dato de 2014, el FMI no ha modificado su previsión para este año, cuando calcula que la economía española se contraerá un 1,6%, después de caer el 1,4% en 2012.
Zona euro
Según el organismo, la zona del euro se mantendrá en recesión en 2013, con una contratación de más del 0,5%. El crecimiento se elevará a poco menos de un 1% en 2014, más débil que el proyectado previamente.
El Fondo explica que la mayor debilidad de la economía de la Eurozona obedece a una recesión más profunda de lo previsto, a una baja demanda, a una deprimida confianza y a unas cuentas "débiles" que agravan los efectos en el crecimiento y el impacto de las limitadas condiciones fiscales y financieras. Además, apunta también al retraso esperado en la implementación de políticas claves y a los efectos de una recuperación más tardía.
Economía mundial
El FMI ha revisado a la baja el crecimiento de la economía mundial en dos décimas para el actual ejercicio y el siguiente. De este modo, ahora estima una expansión del 3,1% este año y del 3,8% en 2014.
"La volatilidad de los mercados financieros a nivel mundial aumentó en mayo y junio, después de un período de calma desde el verano pasado", indica el organismo. El FMI también subraya que en las economías avanzadas "las tasas de interés a largo plazo y la volatilidad de los mercados financieros han aumentado".
En este contexto, el FMI considera que los países emergentes han sido los más perjudicados. Cree que los recientes aumentos en las tasas de interés en las economías avanzadas y la volatilidad de precios de los activos, junto con una actividad interna más débil han dado lugar a salidas de capital, la disminución de los precios de sus acciones, el aumento de los rendimientos locales y la depreciación de sus monedas.
Estados Unidos y Japón
En cuanto a las grandes economías mundiales, el organismo dirigido por Christine Lagarde prevé que Estados Unidos crezca el 1,7% en 2013 y el 2,7% en 2014, lo que supone una rebaja de dos décimas en ambos casos respecto a las previsiones de abril.
El FMI espera que el conocido como "secuestro de gasto" se mantenga en vigor hasta el año que viene, más de lo esperado previamente. A pesar de ello, el organismo considera que el ritmo de la consolidación fiscal "sigue siendo lento". Como punto positivo, cree que la demanda privada seguirá sólida, dado el aumento de riqueza de los hogares debido a la recuperación del precio de la vivienda y al apoyo de las condiciones financieras.
Respecto a Japón, el FMI cree que experimentará un crecimiento del 2% en 2013 (cinco décimas más de lo previsto en abril) y del 1,2% en 2014. La mejora del pronóstico para este año refleja los efectos de las recientes políticas acomodaticias del banco central en la confianza y la demanda privada, mientras que la previsión algo más suave para el año que viene es fruto de un contexto global más débil.