
Una buena manera de entender los problemas del euro es comparar la crisis vivida por Florida y la que ha experimentado España, según piensa el Nobel de Economía Paul Krugman.
Ambos han tenido burbujas inmobiliarias. Ambos han pasado por una recesión como resutado, básicamente, del estallido de esa burbuja. Y sin embargo, sus destinos se han separado. ¿El motivo? La primera forma parte de una unión fiscal y monetaria, mientras que la otra, no.
España continúa registrando niveles desorbitados de desempleo y, pese a que las medidas del Banco Central Europeo (BCE) han ayudado a contener los costes de endeudamiento, todavía no se vislumbra el fin de la crisis de deuda. Mientras tanto, ¿qué está pasando en Florida?
Allí el paro no sólo sigue a la baja, sino que está por debajo de la media nacional. Ahora bien, no es que en Florida se haya producido un gran repunte de la contratación. Lo que ha sucedido probablemente, señala Krugman en su blog en The New York Times, es la emigración: un gran número de personas han dejado Florida para marcharse a territorios con una mejor situación laboral.
La cuestión, es que la emigración a gran escala es un gran problema cuando ocurre en Europa, ya que socava la base fiscal. Pero en Florida, que se beneficia de los programas federales de jubilación y atención sanitaria, supone en realidad, una industria de exportación. Así, que la situación continúa poniendo de manifiesto que Europa no estaba preparada para la moneda única, concluye Krugman.