El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que el déficit publico español cierre este año en el 6,6% del Producto Interior Bruto (PIB), frente al 6,98% de 2012. Esta cifra dista bastante de los objetivos impuestos por Bruselas, que espera que España reduzca su agujero presupuestario hasta el 4,5% este año y al 3% el que viene, según la actualización de sus perspectivas de crecimiento.
Dos verdaderas utopías si tenemos en cuenta los datos dados a conocer hoy por el Fondo. Según las proyecciones de la organización, España no logrará ninguno de estas metas por lo menos en los próximos cinco años. El año que viene incluso, el déficit público subirá tres décimas hasta alcanzar el 6,9% del PIB, más del doble del 3% impuesto por la Unión Europea.
En el 5,6% en 2018
En 2015, el déficit volverá a niveles de este año, es decir, el 6,6% y un año después seguirá todavía por encima de los niveles del 6%. A partir de 2017, comenzará a reducirse hasta el 5,9% y en 2018 alcanzará el 5,6%. Es decir, es imposible a día de hoy que España cumpla con ninguna de las metas fiscales impuestas por los reguladores europeos.
Todos apunta a que Bruselas relajará los objetivos de déficit al Gobierno español. España debe remitir en la segunda quincena de abril a la Comisión Europea el Programa de Estabilidad 2013-2016. El Ejecutivo europea necesita analizar estos datos y sus propias previsiones sobre el país para decidir si es necesario ajustar los objetivos de déficit actuales (4,5% en 2013 y 3%, en 2014) a la realidad económica.
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, espera pactar con Bruselas un déficit en torno al 6% para este año.
Deuda por encima del 100%
Por otro lado, el apoyo público al sector financiero disparará los niveles de deuda respecto al PIB de nuestro país. Lejos de reducir este ratio, veremos como seguirá su carrera ascendente durante los próximos cinco años. En el presente ejercicio se acomodará en el 91,8% para alcanzar el 97,6% en 2014. De aquí a dos años sobrepasará el nivel psicológico del 100% del PIB y tocará exactamente el 101,6%.
La escalada seguirá hasta 2018, cuando se situará en el 110,6% del PIB. Recordemos que los rumores apuntan a que el G20 quiere imponer nuevos objetivos para comenzar a reducir este ratio por debajo del 90% a partir del 2016, aunque el eurogrupo podría ser aún más exigente y apostar por un 60% del PIB.