
¿Garantizará España la ayuda bancaria? El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, criticó hoy a los gobiernos de países de la UE que han contradicho posteriormente algunos de los puntos acordados en la última cumbre comunitaria y subrayó que esos mensajes restan "credibilidad" a la Unión. Draghi asegura que el BCE hará "todo lo necesario" por la estabilidad financiera.
"La cumbre de la UE tiene credibilidad sólo cuando sus actores no hacen declaraciones que contradicen las conclusiones que ellos mismos adoptaron", dijo Draghi en una comparecencia en el Parlamento Europeo.
En los últimos días, gobiernos como el de Finlandia se han desmarcado de lo pactado en Bruselas y han amenazado con tratar de bloquear algunas decisiones. En concreto, Helsinki se opone a la posibilidad de comprar deuda soberana en el mercado secundario a través del fondo europeo de rescate y ha puesto en duda las condiciones de la ayuda financiera a España.
El mensaje de Draghi concuerda con el lanzado hoy por el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, quien aseguró en Madrid que "no tiene el menor sentido que en un Consejo Europeo, que es la máxima institución de la Unión Europea (UE), se adopte un acuerdo y que a la vuelta a casa se empiecen a abrir flecos y a buscar fórmulas para incumplir los compromisos allí obtenidos".
El presidente del BCE destacó la importancia de la "flexibilización" del uso del fondo de rescate pactada por los líderes europeos y recordó que el diseño que tenía hasta ahora lo hacía "muy difícil de usar". "Tener un cortafuegos enorme pero diseñado de una forma que nadie puede usarlo no es importante", explicó Draghi a los eurodiputados.
El ejecutivo italiano recordó, en cualquier caso, que esa flexibilización no supone la desaparición de la "condicionalidad", tanto en el caso de las operaciones de mercado como en la futura opción de la recapitalización directa de los bancos.
En este último caso, Draghi subrayó la importancia de la medida de cara a romper el "vínculo" entre el riesgo bancario y el riesgo soberano, pero recordó que su uso sólo será posible cuando esté funcionando una supervisión única en Europa.
Preguntado por si eso llegará demasiado tarde, aseguró que todas las partes interesadas "están trabajando muy duro para producir una propuesta para el otoño".
Además, rechazó el escepticismo cada vez mayor ante lo acordado en el último Consejo Europeo y aseguró que la cita fue un "éxito por señalar objetivos" a pesar de las nuevas cuestiones que esas decisiones han abierto.