
Francia está presionando a la Unión Europea para adoptar un paquete de estabilidad financiera para controlar la crisis de la Eurozona, ya que cree que la negativa reacción del mercado al rescate de 100.000 millones de este fin de semana de España muestra la necesidad de una acción más completa.
Así, París va a proponer un paquete de medidas que incluirían dar al Banco Central Europeo (BCE) el poder de supervisión bancaria en la zona, así como que el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) pueda inyectar dinero directamente en los bancos, según publica el diario británico Financial Times.
El gobierno de François Hollande ha dejado claro en los últimos días que la resolución de la crisis de deuda es la mayor prioridad de la Eurozona, frente a la insistencia alemana de dar más pasos hacia una unión fiscal y política antes de tomar otras medidas.
Los mercados han reaccionado negativamente al acuerdo sobre España, ya que los fondos que recibirá se canalizarán a través del Estado, lo que no rompe la relación entre el riesgo de la banca y el soberano. Asimismo, tampoco ha gustado la falta de claridad sobre los términos del préstamo.
"Mira la reacción sobre lo que se ha hecho con España. No funciona", dijo una de las fuentes del diario. "Tenemos que tener las herramientas apropiadas para contener el contagio".
Como primer paso hacia la unión bancaria, París quiere que el BCE asuma la responsabilidad de supervisar los bancos de riesgo sistémico y su liquidación llegado el caso. El BCE tendría que realizar test de estrés a la banca y el MEDE sería la herramienta para recapitalizar a las entidades.
Aunque Alemania se opone, el MEDE, que entrará en funcionamiento en verano y tiene una capacidad de 500.000 millones de euros, puede prestar dinero directamente a la banca bajo las normas actuales, siempre y cuando su consejo lo acuerde de manera unánime. Pero en ese caso tendría que echar mano de su capital.
Las autoridades francesas siempre han sido partidarias de que el fondo de rescate tuviera una licencia bancaria para poder apalancarse en el BCE y de esta manera incrementar su capacidad de préstamo. Esto sí que requeriría un cambio en el tratado del fondo, que ni siquiera ha sido ratificado por todos los países. Esta medida, que ya fue defendida por Nicolas Sarkozy, podría volver a negociarse.
Francia cree que tanto Italia como España comparten sus propuestas, y cree que está haciendo progresos con Alemania. Como ya se ha comentado, la cumbre europea del 28 y 29 de junio cobra cada vez más importancia.