El Ejecutivo de Mariano Rajoy tiene todos los frentes abiertos para intentar recaudar los fondos necesarios para costear no sólo el rescate a Bankia, sino al resto de su sistema bancario y evitar correr la misma suerte que Grecia, Irlanda o Portugal. Con la confusión por montera en la zona euro, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría se trasladó ayer a Washington en un viaje relámpago, donde se reunió con la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, y el secretario del Tesoro, Timothy Geithner. Los expertos y el mercado descuentan ya un rescate del sector financiero español.
Pese a que esta visita hizo sonar los tambores del posible rescate a nuestro país por parte del Fondo, bien en forma de préstamo especial para costear la intervención de Bankia o en forma de salvavidas similar al adoptado por otros países periféricos, en el Viejo Continente el Gobierno no ha quemado aún todos los cartuchos.
El Gobierno está en plenas conversaciones con Bruselas para negociar un rescate directo a la banca española, según han confirmado a elEconomista fuentes del propio Ejecutivo de Mariano Rajoy. Pero en la Comisión Europea no hay una sola voz. Su presidente, José Manuel Durao Barroso, está a favor de esa opción y hace presión para que se aplique a través del fondo de rescate europeo.
En contra se ha manifestado el vicepresidente de la Comisión, el finlandés Olli Rehn, que representa, de la mano de Alemania, los criterios más rígidos dentro de la moneda única. En su opinión, tal y como advirtió el pasado miércoles, la recapitalización directa de la banca por parte del fondo de rescate de la UE "no es una opción disponible" para España.
Mientras, Sáenz de Santamaría aterrizó ayer en la capital estadounidense entre los rumores que apuntaban que el Departamento Europeo del FMI ha comenzado ya a plantear distintos planes de contingencia en el caso de que el Ejecutivo español no consiga recaudar lo necesario para culminar su intervención de Bankia.
El diario The Wall Street Journal, citando fuentes del Fondo, estimó que un plan de ayuda a tres años para nuestro país podría llegar a costar hasta 300.000 millones y determinó que aunque para muchos "es inconcebible" un rescate de dichas características a nuestro país, también lo es "no comenzar los preparativos en caso de que tenga que ocurrir". De hecho, se dejó caer la posibilidad de otorgar préstamos de menor calibre y a corto plazo, algo que podría ayudar al Ejecutivo de Rajoy a costear, por ejemplo, el rescate de Bankia.
En declaraciones a elEconomista, fuentes del Fondo aseguraron que la institución no prepara ningún plan para emprender un rescate ni tampoco España ha pedido ayuda alguna a la organización, aunque recordaron que el FMI cuenta con mecanismos para ello. Sí es cierto que el próximo lunes, 4 de junio, los expertos del FMI emprenderán su revisión sobre el estado de salud de la economía española.
Guindos: rumores sinsentido
Desde Sitges, el ministro de Economía, Luis de Guindos, tildó en dos ocasiones de "auténtico sinsentido los rumores" que hablan de que España esté negociando un rescate con el FMI. Guindos, que reconoció que el Gobierno de Rajoy está viviendo su momento "más difícil" desde que llegó a Moncloa, insistió en que la incertidumbre sobre el futuro Gobierno griego y la desaceleración de la economía europea explican "el nerviosismo" que viven los mercados en las últimas jornadas.
Guindos avanzó que le consta que Alemania "va a tomar decisiones" en los próximos días para ayudar a España y evitar que la situación de la economía española empeore. Lo avanzó tras reconocer que tiene hilo directo con el Gobierno germano, horas después de reunirse con su ministro de Economía y tras advertir de que Alemania es la primera a la que no le conviene que a España le vaya mal. "No sé si estamos al borde del precipicio, pero sí estamos en una situación muy, muy, muy difícil", reconoció el ministro.
Entidades
Un plan de contingencia desde Washington