El Índice de Precios al Consumo (IPC) armonizado se mantuvo en febrero en el 4,4%, dato provisional y que, de confirmarse, supone, junto con el mes anterior, la más alta desde enero de 1997, cuando comenzó a elaborarse este indicador. Los analistas esperaban un descenso de una décima en el indicador.
No obstante, se trataría del primer mes en el que este IPC -que mide los precios de forma armonizada con el resto de países de la zona euro- no aumenta tras cinco meses consecutivos de incrementos.
Así, el 4,4 por ciento corresponde al indicador adelantado del IPC armonizado, difundido hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE) cuyo dato definitivo se conocerá, al igual que el del IPC español el próximo día 13 de marzo.
"Todavía el efecto de la presión del componente de las materia primas sigue afectando a las tasas interanuales por la energía. El peligro es que eventualmente se viese algún impacto en la inflación subyacente. Las perspectivas apuntan a una gradual moderación en los próximos meses, a partir de marzo-abril, salvo que tengamos repuntes claros en el precio del petróleo", comenta Antonio Zamora, economista de Banco Urquijo.
Nicolás López, director de análisis y mercados de M&G Valores coincide al señalar que "las tasas de la inflación subyacente se mantienen en niveles razonables y, de momento, el problema está centrado en la tasa general por la energía y los alimentos y parece que esto va a tender a moderarse". Para este economista, "el peligro parece que viene más por el lado de una desaceleración más intensa de la economía que por la inflación".
Previsiones
¿Hemos visto el techo para la inflación? "Es más que razonable pensarlo", indica José Luis Martínez, economista de Citigroup. "Aunque no esperamos un descenso significativo hasta después del verano. Mientras, su desviación frente a niveles promedio del 4,3 % va a depender del comportamiento de los precios externos. Y ahora están subiendo", añade.
La Comisión Europea anunció la semana pasada sus previsiones económicas para la zona euro. El Ejecutivo comunitario prevé que la media de la inflación de España se sitúe en 2008 en el 3,7% (frente al 2,6% en la Eurozona y el 2,9% en el conjunto de la UE). Bruselas considera que la abrupta subida de la inflación en los últimos meses se explica principalmente por el incremento de precios de la energía y de los alimentos.
Alerta en todo caso de que el diferencial de inflación de España respecto a la Eurozona se ha ampliado durante los últimos trimestres y ha pasado de medio punto el pasado verano a un punto. Esta diferencia se mantendrá durante todo 2008. Pese a ello, la Comisión prevé que la inflación caiga por debajo del 3% a finales de año.