Economía

Seis preguntas sobre una quita de Deuda histórica en Grecia

Grecia forzó a principios de marzo el canje de bonos para alcanzar un acuerdo con el 95,7% de los acreedores. Pero todavía hay muchas dudas sobre lo que ocurrirá en el futuro cercano sobre esta operación.

1. ¿Bastará la cancelación de deuda para socorrer a Grecia?

La contribución del sector privado al segundo plan de salvamento de Grecia ha evitado por poco la bancarrota del estado. Sin embargo, el ministro alemán de Economía, Wolfgang Schäuble, que asegura estar convencido de que "las difíciles medidas decididas por Grecia la llevarán por la vía del saneamiento", no ha descartado la necesidad de un nuevo plan de ayuda. "Nadie puede excluir que Grecia pueda necesitar un nuevo plan de ayuda", indicaba mientras señalaba que "no es el momento de especular sino de adoptar el segundo plan de ayuda".

Grecia sigue sumida en la crisis más grave que ha vivido desde la posguerra, como lo demuestra la nueva bajada del PIB en el cuarto trimestre y una caída del 7,5 por ciento respecto a los tres últimos meses de 2010. Casi todos los indicadores coyunturales están en números rojos: los gastos de consumo han reculado un 7,9 por ciento, las inversiones productivas se han reducido un 22,2 por ciento y las exportaciones han bajado un 6,1 por ciento. El único consuelo es el déficit comercial, que ha menguado un 31,8 por ciento gracias al repliegue del 14,2 por ciento de las importaciones.

En el frente del mercado de trabajo, la situación empeora por momentos. La tasa de paro ya se sitúa en el 21 por ciento de la población activa y más de un joven de cada está sin trabajo. La descomposición del sistema político griego continúa. Los dos partidos llamados a gobernar juntos en menos de dos meses, el Pasok socialdemócrata y la Nueva Democracia conservadora, no dejan de hacerse añicos. Quienes se oponen a las condiciones del segundo plan de salvamento cobran fuerza en los sondeos y la tentación de ponerlas en duda aumenta en el seno de una población desgastada por las medidas de austeridad.

2. ¿Qué suerte les depara a los acreedores disidentes?

La respuesta la da un inversor que no ha acudido a la oferta de canje. "He perdido. Las cláusulas de acción colectiva se activarán pese a la alta tasa de participación". Un 14 por ciento de los títulos de derecho griego no se han sometido al canje. Con el desencadenamiento de las cláusulas de acción colectiva, esas obligaciones correrán la misma suerte que las de los acreedores que han dicho que sí: se canjearán contra nuevos títulos de valor nominal dividido por la mitad. Grecia se asegura así la participación de todos los préstamos de estado de derecho griego. En cuanto a los de derecho extranjero, habrá que esperar más, aunque por el momento ya se ha conseguido el 69 por ciento de participación.

Los inversores que se han negado a participar en la oferta de Atenas son, por lo general, los fondos especulativos y otros fondos de tamaño relativamente pequeño. En resumen, aquellos sobre los que es más difícil ejercer presión. El hecho de verse obligados a la reestructuración no significa que los inversores lo tengan todo perdido, ya que a menudo han adquirido los títulos griegos a un precio mínimo. Cobrando la mitad del nominal todavía pueden conseguir plusvalías.

3. ¿Corre Grecia el riesgo de verse demandada por sus acreedores?

Grecia podría, desde luego, encontrarse en la misma situación que Argentina, aún perseguida por algunos acreedores (como el fondo buitre Elliott) diez años después. Los abogados explican que las cláusulas de acción colectiva no están en tela de juicio, sino el hecho de haberlas introducido retroactivamente en los títulos griegos. Para los acreedores, eso implica cambiar las reglas del juego. Los inversores dispuestos a luchar ante los tribunales cuestionarán el carácter constitucional de dicha ley frente al derecho de la propiedad. Un estado puede, en nombre del interés general, cuestionar ese principio con la condición de que indemnice a sus acreedores.

Varios fondos ya han empezado a sacar brillo a su armamento. El viernes, la asociación alemana de defensa del pequeño accionista, SdK, anunció que estaba estudiando la posibilidad de presentar una queja contra Grecia. Sin embargo, sus probabilidades de ganar la causa son escasas.

4. ¿Cómo han reaccionado las agencias de calificación?

Dos semanas después de Standard & Poor's, la agencia de calificación Fitch Ratings declaró la deuda soberana griega en impago parcial (RD, por sus siglas en inglés). Esta nueva degradación de la nota, aunque esperada, es consecuencia directa de la confirmación del canje voluntario de los títulos de deuda en manos de acreedores privados. Fitch Ratings considera que estos últimos perderán con la operación alrededor del 75 por ciento de sus aportaciones. Las obligaciones objeto de la operación se clasifican como en impago (D). A partir de la finalización del canje de títulos, Fitch explica que dejará de asignar a la deuda griega la categoría de impago parcial y estudiará de nuevo el perfil de la deuda de Atenas para determinar una nueva nota. Sin embargo, la agencia subraya que es probable que los nuevos títulos que sustituyan a los aportados en el canje se clasifiquen dentro de la categoría especulativa.

Por su parte, Moody's ha indicado que considera que Grecia ha impagado su deuda y mantiene su nota C, la más baja de su escala. "Moody's reconsiderará la nota griega en su momento para evaluar la repercusión del canje sobre la viabilidad del peso de la deuda de Grecia junto a otros factores pertinentes, incluidas sus perspectivas de crecimiento", explica la agencia.

5. ¿Cuál es el calendario a partir de ahora?

El éxito de la reestructuración de la deuda griega abre la vía al pago, por los europeos, de la financiación de 130.000 millones de euros prometida durante la reunión del Eurogrupo en Bruselas el 20 y 21 de febrero. La cantidad debería cubrir las necesidades de préstamo de Grecia durante 2012-2014. El pago de los capitales no se hará en un único tramo y estará condicionado a verificaciones mensuales del progreso de las reformas estructurales exigidas a Atenas por los arrendadores internacionales de fondos. La primera parte del préstamo se emitirá antes del 20 de marzo, fecha en la que Grecia deberá devolver 14.400 millones de euros a sus acreedores respecto a las obligaciones que llegan a su vencimiento. Ya se ha hecho público el primer tramo del pago, por importe de 39.400 millones.

El 23 de marzo se cerrará el plazo de la oferta de canje de títulos de derecho extranjero. El canje de esta porción de la deuda se hará el 11 de abril. Por último, a finales de abril o principios de mayo se celebrarán elecciones legislativas anticipadas en Grecia. Varios observadores temen que el bando de oponentes al segundo programa de financiación internacional al país se refuerce hasta el punto de modificar sus condiciones (reformas estructurales y disciplina presupuestaria reforzada). Eso pondrá en peligro la ejecución del plan, provocando un nuevo agravamiento de la crisis de la deuda que podría resultar en la salida del euro.

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