Rafael Carmona, coordinador de política económica del PP andaluz, suena como posible consejero de Hacienda en un hipotético gobierno popular tras las elecciones del 25M. Exconcejal del Partido Andalucista en el ayuntamiento de Sevilla hasta 2008 y auditor de la Cámara de Cuentas de Andalucía, es uno de los pesos pesados económicos del PP andaluz.
Pese al reciente e impreciso anuncio de Javier Arenas sobre el recorte del gasto corriente que acometería si llega a presidente, Carmona apuesta más bien por reconducir recursos y mejorar su gestión.
Si fuera consejero, ¿qué medidas tomaría de manera inmediata?
Si ganamos la confianza de los ciudadanos con una mayoría suficiente para gobernar, eso nos dará mucha fuerza. Una vez logrado eso, vamos a tomar medidas, de acuerdo al programa que está preparando Javier Arenas, para salir de la crisis. Lo primero, ser conscientes de que atravesamos una situación muy difícil. La economía es, casi siempre, una suma de sensaciones y expectativas.
Hay que saber ajustarse el cinturón, gastar en lo que es verdaderamente necesario. E invertir en lo que va a ser rentable. No vale decir vamos a gastar alegremente, porque eso recupera la economía: demoler un muro da trabajo pero no es rentable. Se han invertido 8.000 millones de euros [plan E] en iniciativas poco productivas. Las medidas, por tanto, deberán impulsar la inversión productiva, que la Administración sea motor de las mismas, y que el gasto público sea el justo y necesario para que el Estado de Bienestar se mantenga en el nivel actual. Lo demás tiene que ajustarse.
¿Dónde?
Por ejemplo, hay mucho dinero que se escapa en el propio poder político, que hay que reducirlo en un 50%. Me refiero a directores generales, consejeros, estructura administrativa política: delegados provinciales, etc. Ello conlleva un gasto en torno a cada responsable político muy elevado. A eso le llaman el chocolate del loro, pero cada día lo es menos.
Otro ejemplo: hay que reformar las políticas activas de empleo. Los últimos años ha sido una vergüenza cómo se ha gestionado el dinero necesario para crear empleo. Hay una barbaridad de escándalos relacionados con la FPO, los desempleados, ayudas a empresas en dificultades? Hablamos de miles de millones: los mil millones del fondo de reptiles, bien gestionados, hubieran generado otros efectos muy diferentes. Y eso es lo que vamos a hacer: reasignar los fondos para que produzcan los efectos deseados y sean rentables desde el punto de vista social.
¿Dónde más se puede tocar el presupuesto de la Junta? Las cuentas para Obras Públicas en 2012, por ejemplo, están al nivel de 1999...
Yo es que, por ejemplo, no hubiera tocado esa partida. El presupuesto de inversiones, hoy, es el que es. Pero en 2008, como se negaba la crisis, se estaba ya dilapidando el dinero. Le ha ocurrido a muchas empresas también. No se puede ser miope a los cambios en el entorno. Y aquí hemos querido ser miopes a la fuerza ante la crisis para ocultar que nos estaba afectando, y en la esperanza de que otros nos iban a sacar de la crisis. Y esta vez no ha sido así, tenemos que salir nosotros.
Al negar la crisis desde 2008 se han incrementado los gastos pensando que eran ilimitados los ingresos. Habrá que reajustar de forma inteligente, combinando de forma distinta nuestros recursos. Si no lo hacemos así, nunca habría solución. ¿Por qué hay empresas que con menos recursos que otras obtienen el éxito? Porque los combinan de mejor forma. Es el ABC de la economía. Llevamos 30 años de gobiernos del PSOE, y vamos de fracaso en fracaso. Las diferencias con el resto no se han acortado, el paro ha alcanzado niveles nunca vistos.
No es cuestión de recortar, sino de reasignar. La Junta dijo que iba a recortar puestos directivos en la Junta y no ha sido capaz porque la presión del PSOE se lo impide.
Pero, tal y como están las cuentas públicas, habrá que reasignar sobre menos de lo que había en el presupuesto originalmente.
Un ejemplo que podemos analizar. El capítulo 4 del presupuesto de la Junta de Andalucía incluye 11.000 millones de euros e incluye transferencias y subvenciones a organismos autónomos, empresas públicas, etc. Hay margen, sí; podemos hacerlo mejor, sí. Estamos hablando de mucho dinero. Otro ejemplo: el informe de la Cámara de Cuentas sobre Invercaria: hablamos de un volumen importante de fondos. 50 millones en cinco años es mucho dinero. Ese dinero, bien invertido, genera mucha riqueza.
En esa partida entonces, hay margen para recortar gastos de personal por ejemplo?
Yo no les llamaría gastos de personal. Si estamos pagando dinero a unas personas por su actividad política y esas personas están trabajando en organismos y empresas públicas, pues eso habrá que hacerlo desaparecer. Eso es algo común en los informes de la Cámara de Cuentas: personas que cobran de la Administración pero no prestan su servicio en ella.
¿No vislumbras entonces grandes recortes sino mejor gestión de los recursos que tenemos?
Claro. Hay que quitar grasa administrativa. Gastos de arrendamiento, de energía, telefonía, etc. Los propios funcionarios nos dicen que hay dispendios injustificados en las consejerías. Lo que sea superfluo tiene que desaparecer y con el ahorro impulsar lo que sí sea rentable. Y esa actitud tiene que caer en cascada desde las consejerías. Es un plan estratégico para salir de la crisis, igual que en cualquier organización.
La subida del IRPF se ha achacado a la influencia personal de Javier Arenas sobre Mariano Rajoy, y frente al criterio de Guindos.
Yo he escuchado al ministro De Guindos decir que la subida del IRPF se hace de forma coyuntural y que es limitada en el tiempo. Que es la forma más equitativa. Y no se ha hecho la del IVA porque consolida y no sirve para nada. Y si la decisión es del consejo de ministros, todos lo respaldan, sino no se aprueba. Ese es otro de los debates estériles del PSOE sobre supuestos enfrentamientos en el Gobierno.
Montoro aconseja a Andalucía que gaste menos