
Las estrategias de consolidación fiscal manejadas por las economías desarrolladas deberían tener en cuenta las distintas situaciones en las que se encuentran sus respectivas economías, así como el impacto negativo sobre el crecimiento a corto plazo de las mismas. España registrará un déficit del 6,8% en 2012 y del 6,3% en 2013, según el FMI.
El organismo presidido por Christine Lagarde reclama diferentes ritmos y métodos de ajuste en función del margen de maniobra de los países, así como la implicación de los bancos centrales para crear las condiciones más adecuadas para la recuperación, sin excluir politicas de alivio cuantitativo o compras de bonos soberanos.
"No todos los países deben recortar de la misma manera, en la misma cantidad y al mismo tiempo, para que sus esfuerzos no sean contraproducentes", señala la institución internacional, que reclama a aquellos países con posiciones relativamente sólidas que no lleven a cabo ajustes en la misma proporción que los países bajo la presión de los mercados.
Pide no exagerar el ajuste
A este respecto, el FMI considera que los países deberían dejar, en la medida de lo posible, actuar a los estabilizadores automáticos y aquellos con capacidad para generar cierto margen fiscal, incluídos algunos en la "urozona, "deberían reconsiderar el ritmo de consolidación fiscal a corto plazo".
"Exagerar el ajuste fiscal a corto plazo para evitar la pérdida de ingresos cíclicos socavará aún más la actividad, restará apoyo popular a los ajustes y minará la confianza de los mercados", explica la institución.
Al margen de los países de la zona euro, el FMI reclama a EEUU y Japón que impulsen la formulación y puesta en práctica de planes de consolidación creíbles, porque ningún país puede dar por descontada su condición de refugio seguro.
Una petición al BCE
Paralelamente a los procesos de consolidación fiscal, la institución internacional advierte de la necesidad de que la política monetaria continúe prestando apoyo al crecimiento, mientras las expectativas de inflación permanezcan ancladas y el desempleo siga siendo elevado.
No obstante, el FMI subraya que "si los riesgos a la baja para el crecimiento se materializasen, podrían ser necesarios más estímulos monetarios, incluyendo medidas de alivio cuantitativo", para facilitar la transmisión de la política monetaria.
En el caso de la zona euro, la institución considera imprescindible romper el circulo vicioso entre el débil crecimiento, el deterioro fiscal y el debilitamiento del balance de los bancos, para lo que considera importante "un alivio adicional de la política monetaria del BCE".
Asimismo, el FMI recomienda al BCE que continúe proporcionando liquidez y mantenga su compromiso para las compras de activos para preservar la confianza en el euro.