Economía

Crecen las dudas sobre la cumbre: ¿lograrán pactar una solución?

  • Temor a que los líderes de la Unión Europea no logren pactar una solución

Tras año y medio de parches, los dirigentes de la UE se reúnen esta tarde en Bruselas una vez más en busca de un acuerdo que frene de una vez por todas la crisis del euro. Reflotar a Grecia, recapitalizar a los bancos y potenciar el fondo de rescate para que pueda apuntalar a economías de la talla de la italiana y la española centran la negociación.

Sin embargo, según informaba ayer Financial Times, las negociaciones estaban aún tan lejos de finalizar que crecen los temores de que la cumbre fracase y no responda a las expectativas de los mercados. Sólo habría acuerdo sobre la recapitalización bancaria y las conversaciones deberían continuar sobre todo lo demás.

La quita griega

La cumbre de hoy, cuya conclusión podría prolongarse hasta la madrugada, estudia subir la quita del 21% que en julio se decidió aplicar de manera supuestamente voluntaria a la deuda pública griega en poder de los bancos. La horquilla se sitúa entre el 50 y el 60%. El Fondo Monetario Internacional (FMI) aconseja al menos el 60%. Francia intentaba alejarse lo menos posible del 21 inicial, pero ha cedido frente a una Alemania que presiona para acercarse al 60.

Recapitalizar los bancos

Una vez que Alemania ha logrado sentar con la quita de Grecia el precedente de que la deuda pública de los países del euro no está libre de riesgo, se ha convertido en europeo el problema de Atenas, pese a que su deuda pública se limitara a 329.351 millones de euros en 2010: una gota de agua en el océano de 7,8 billones de la deuda de los 17 países del euro. Si la moralista Alemania no se empeñara en hacer pagar su culpa a la pecadora Grecia, el problema se hubiera diluido. Y nadie temería que la banca europea tenga en sus balances deuda de Irlanda, Portugal, Italia o España.

Para disipar el temor del mercado, los europeos decidirán previsiblemente aumentar casi de inmediato del actual 5 al 9% el nivel de capital con el que los bancos sistémicos blindan su solvencia. En Bruselas se lamenta que la Autoridad Bancaria Europea filtrara a la prensa la cifra del 9%. Se cree que un cálculo serio daría una cifra menor. Pero el 9% ya se ha convertido en un porcentaje fetiche, y si se fijara una cifra menor la percepción sería que el acuerdo ha sido descafeinado.

El fondo de rescate

Una vez que el problema de la pequeña Grecia se ha convertido en un problema para el conjunto de la banca europea, con los bancos franceses y los alemanes en primera línea por su exposición -fuentes diplomáticas aseguran que la canciller alemana Angela Merkel prefiere vender a su opinión pública que el dinero de los contribuyentes germanos va a reflotar los bancos de su país antes que a rescatar a la extranjera Grecia-, hay que aumentar el fondo de rescate.

Este mecanismo puede movilizar 440.000 millones de euros que bastarían para reflotar a Grecia, Irlanda y Portugal. Pero sería insuficiente para apuntalar a España o a Italia, sobre todo ahora que no sólo los países están al borde del precipicio, sino que también habrá que ayudar a la banca. Una de las posibilidades en discusión es que además de garantizar las emisiones de deuda pública de Roma y Madrid, también avale bonos de entidades de crédito en apuros.

Los bancos tienen que encajar una quita en Grecia y además deben buscar más capital para reforzarse. Y muchos Estados difícilmente podrán salir al quite y apoyar a sus bancos como hicieron al inicio de la actual crisis económica y financiera global allá por 2007, cuando aún no se les habían disparado el déficit y la deuda pública.

Como los países del euro no pueden aumentar su aportación al fondo de rescate, recurren a la ingeniería financiera para apalancarlo y que pueda movilizar alrededor de 1 billón de euros. Europa también busca pasar la gorra para que el FMI, inversores privados y fondos soberanos de Estados emergentes como China contribuyan a reforzar el fondo de rescate.

Alemania ha logrado que el Banco Central Europeo (BCE) no cargue con ningún tipo de vinculación con el fondo de rescate. Pero Francia lidera a las capitales que mantienen la presión para que en caso de necesidad se pueda seguir recurriendo a Fráncfort y que, por ejemplo, siga comprando deuda de España o Italia. "No hay vuelta atrás, el BCE no puede volver a limitarse a combatir la inflación", aseguran fuentes diplomáticas.

Drama: salvar el mundo

Los responsables comunitarios aseguran que se dan todas las condiciones para lograr un acuerdo hoy. Se mascan el drama y la tragedia desde hace semanas, de manera que el Bundestag hoy por la mañana volverá a votar a favor del contenido de las negociaciones que le presentará la canciller Angela Merkel. Y Alemania saldrá por la puerta grande como la salvadora de la economía mundial. Porque el virus de la crisis griega además de mutar en crisis europea está a punto de mutar en mundial.

Grecia es sólo la primera pieza de un dominó que tumbaría incluso la incierta recuperación de la economía planetaria. China y Brasil no estarían dispuestos a ayudar a Europa por altruismo, como tampoco Alemania defiende el euro por filantropía. Si cae el euro la industria alemana se queda sin mercado europeo. Y si cae Europa, las exportaciones a precio de saldo made in China tampoco tendrán suficientes mercados alternativos. Si la maquinaria china se gripa, el régimen político de Pekín podría ir detrás. Las depresiones mundiales las carga el diablo, y la del 29 degeneró en totalitarismos y en la II Guerra Mundial.

Coreografía del día

El margen de negociación que hoy por la mañana conceda el Bundestag a la canciller Merkel sentenciará la jornada. "El resto de los dirigentes de la zona euro se pueden dar por ofendidos, pero nadie se pelea con su banquero porque se queda sin financiación, así que tendrán que aceptar", ironizan fuentes comunitarias al caricaturizar el desequilibrio de poder entre Alemania y el resto de la zona euro; incluida una Francia que vive al límite de perder su triple 'A', nota máxima concedida por las agencias de rating o calificación de riesgos crediticios.

A Polonia, país ajeno al euro que este semestre preside las reuniones ministeriales de la UE -salvo el Eurogrupo o reunión de ministros de Economía y Finanzas de los 17 países del euro-, le dieron ayer con la puerta en las narices cuando intentaba husmear en la negociación. Varsovia tuvo que renunciar a convocar un Ecofin -reunión de ministros de Economía y Finanzas de los 27 países de la UE- antes de la cumbre de esta tarde.

Reino Unido, que ni está en el euro ni -a diferencia de Polonia- desea estarlo, se le ha aceptado que haya una breve cumbre del conjunto de los 27 jefes de Estado o de Gobierno de la UE. Está previsto que la cita dure poco más de una hora, demasiado poco para tanto participante. Por más que les disguste quedar fuera de la toma de decisiones que pueden afectarles, los dirigentes ajenos a la moneda única serán invitados a salir de la sala y entonces empezará la cumbre de verdad.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky