
La mayoría de analistas confía en que EEUU alcanzará un acuerdo sobre el techo de deuda para evitar una suspensión de pagos. Pero a la vista de que el dañó ya está hecho, personalidades tan relevantes como Mohamed El-Erian, de PIMCO, creen que la primera potencia mundial perderá su calificación triple A a pesar del acuerdo.
La calificación de EEUU quedará en una posición "extremadamente vulnerable". Y así lo están recogiendo los bonos estadounidenses, que viven una jornada de fuertes ventas en todos sus tramos, lo que se traduce en la subida de la rentabilidad exigida.
Asia, que posee cerca de 3 billones de dólares en deuda del Gobierno de EEUU, tiene un enorme interés en que Washington encuentre una salida viable. Pero a sólo ocho días del plazo del 2 de agosto, cuando el Departamento del Tesoro estima que se quedará sin fondos para pagar sus compromisos, el nivel de preocupación se hace cada vez más apremiante.
"Los encargados directos deben estar más nerviosos que antes, pero nadie cree que los estadounidenses vayan a suicidarse cuando conocen las soluciones", dijo a Reuters un alto cargo del Banco de Corea que pidió no ser identificado.
Un conflico político, no económico
"La ironía de la situación actual (...) es que la mayor amenaza al sistema financiero mundial viene de unos pocos locos derechistas del Congreso estadounidense en vez de la zona euro", dijo el domingo Vince Cable, el ministro del Comercio británico.
De hecho, hallar una solución al problema es principalmente un tema de voluntad política, ya que sólo se trata de asegurar un poco de financiación de emergencia. "Definitivamente van a llegar a un compromiso", dijo Xia Bin, asesor académico del Banco Popular de China. "No hay que preocuparse demasiado de eso", agregó.
China es el mayor tenedor extranjero de deuda estadounidense, con 1,16 billones de dólares a mayo, por lo que un voto de confianza de Pekín tiene un peso significativo.
Por su parte, un alto cargo indio comentó que el Gobierno de Obama y el Congreso de EEUU deben ser conscientes de las consecuencias que sus actos tienen para los mercados globales . "Si usted mira los mercados mundiales, verá que están temerosos aunque no en picado", señaló confiado.
En tanto, el tesorero australiano Wayne Swan expresó que un prolongado debate sobre el techo de la deuda estadounidense sumaba incertidumbre a la economía global. "Con la recuperación global y la confianza aún frágil, es de interés de todos que las autoridades estadounidenses trabajen hacia una resolución rápida", escribió en un correo electrónico a Reuters.
La estrategia de apaciguar y retrasar
Ethan Harris, co-líder de investigación económica global de Bank of America-Merrill Lynch, dijo que esperaba un incremento temporal en el límite de deuda con la promesa de reducciones de hasta 4 billones de dólares en el déficit fiscal, lo que debería concretarse seis meses después.
"El escenario base puede ser resumido en como apaciguar a las agencias calificadoras y en cómo alcanzar un plan que en realidad retrase la crisis al futuro", dijo Harris.
Robert Tipp, estratega jefe de inversión de Prudential Fixed Income en Newark, Nueva Jersey, explicó que el Tesoro estadounidense podría tener un plazo algo mayor al del 2 de agosto debido a que la recaudación tributaria había superado las expectativas.
Mark Mobius, consejero delegado del grupo de mercados emergentes de Templeton Asset Management, dijo que podría volar más dinero hacia las monedas y bonos asiáticos si las negociaciones por la deuda estadounidense fracasan. "La gente verá eso como una alternativa más segura", dijo Mobius. "Ya se está comenzando a ver esa tendencia", agregó.