La candidatura del italiano Mario Draghi para presidir el Banco Central Europeo (BCE) una vez finalice el mandato de Jean-Claude Trichet el próximo 31 de octubre gana cada vez más fuerza. El ministro de finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, apoyaría la candidatura del italiano, según recoge hoy The Wall Street Journal.
Schäuble considera, incluso, que los rivales de Draghi podrían tener problemas para lograr el apoyo suficiente de países europeos clave, según apunta una fuente cercana al ministro de Finanzas alemán.
Pero, aunque el apoyo de Schäuble es muy importante, será la canciller Angela Merkel quien tenga la última palabra sobre el asunto. Según analistas y funcionarios germanos, Merkel todavía podría dar la espalda a Draghi por razones políticas internas. Y es que vender a los alemanes el gobernador del Banco de Italia, un país altamente endeudado, resulta complicado cuando se trata de pedir al contribuyente germano un esfuerzo cada vez mayor para apuntalar los problemas de deuda de los países periféricos.
No se ha tomado ninguna decisión
En cualquier caso, el viceportavoz del Ejecutivo federal, Christoph Steegmans, ha dejado claro que todavía no se ha tomado ninguna decisión y no se hará, previsiblemente, hasta junio. Los líderes europeos esperan debatir la cuestión en la cumbre que se celebrará a finales de junio, a partir de la recomendación que harán los ministros de finanzas.
Las información al respecto en la prensa local es cada vez más insistente. El rotativo económico Handelsblatt afirmaba hoy que el partido liberal (FDP), socio minoritario de la coalición de gobierno, también está a favor, aunque con algunos matices, de respaldar la candidatura de Draghi, según informa Efe.
"No hay alternativas a Draghi. Apoyaremos al italiano", citaba hoy este periódico a un miembro no identificado de la dirección del partido.
Todavía no hay nada decidido, pero "tan pronto como Draghi reciba el apoyo de Alemania, va a ser muy difícil para los otros candidatos obtener la presidencia del BCE", apunta Carsten Brzeski, economista de ING.
Funcionarios alemanes aseguran que un originario del sur de Europa al frente del BCE tendría más credibilidad que uno del norte a la hora de pedir a los países del sur como Grecia que prosigan con las reformas económicas.
Aunque Italia ha logrado mantenerse al margen de la crisis de la deuda que azota a Grecia, Portugal, Irlanda o España, el país tiene una mala reputación en el norte de Europa por su gestión financiera, apunta WSJ. Pero los funcionarios alemanes admiten que Draghi no tiene la culpa de eso, y que ha presionado persistentemente al gobierno italiano para acelerar reformas económicas.
Si hay un reproche claro a su gestión sería a su incapacidad en muchas ocasiones para mantener la inflación bajo control. Ello ha generado una reacción en algunos medios de comunicación alemanes, como el diario Bild que en cuanto supo que Draghi se postulaba para suceder a Trichet le dedicó un artículo titulado "Mamma Mia, este italiano no".