La inestabilidad ha regresado al mercado de deuda pública. Las nuevas dificultades de Irlanda, relacionadas con el elevado coste de su rescate bancario y sus consecuencias sobre el deficit y el plan de ajuste, han reavivado la presión sobre los bonos soberanos de los PIIGS. En medio de esta desconfianza, el Tesoro español reposa sobre un colchón de casi 40.000 millones que guarda en el Banco de España.
La incertidumbre sobre la solvencia de Irlanda, que ha tenido que de dulpicar su plan de ajuste, está afectando también al resto de los países denominados periféricos, entre los que se encuentra España. En las últimas subastas de deuda llevadas a cabo, el Tesoro se ha encontrado con que la rentabilidad exigida a sus emisiones ha ido ampliándose progresivamente, a pesar de la calma que se había ido introduciendo en los mercados en las semanas posteriores al momento más intenso de la crisis de deuda, en junio.
El diferencial entre el bono español a diez años y el bund alemán se mantenía esta mañana cerca de los 200 puntos básicos, un nivel que empieza a ser habitual en los últimos días y que no visitaba desde julio.
Hucha de 40.000 millones
En esas fechas, la cantidad que el organismo dependiente del Ministerio de Hacienda almacenaba en el Banco de España ascendía a 15.686 millones de euros. Sólo cinco meses después, esa cifra se eleva a casi 40.000 millones, más del doble. El Tesoro sigue engordando su hucha ante posibles imprevistos.
En concreto, la liquidez extra que guarda en la institución que preside Miguel Ángel Fenández Ordóñez se sitúa en 39.515 millones de euros, según informa el diario Expansión, que cita a una entidad financiera. "Junto a la recaudación de impuestos de octubre, que fue muy elevada, el Tesoro lleva unos meses muy buenos de emisiones de deuda, mientras que el gasto público se está reduciendo", explican dichas fuentes.
El departamento que dirige Elena Salgado ha declinado comentar la información, al igual que lo hizo el pasado mes de junio.
Estos fondos provienen por una parte de los excedentes del dinero captado en las subastas y de los ingresos por impuestos. "El repunte se debe a una recaudación mayor de lo esperado y a que han emitido más de lo que necesitaban desde julio", indica al rotativo José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney.
En la agenda del Tesoro la siguiente emisión está prevista para el 18 de noviembre, cuando se colocarán obligaciones del Estado a 10 y 30 años. Las últimas emisiones de este tipo de papel se efectuaron el 16 de septiembre y el 21 de octubre, respectivamente, y lograron la emisión de más de 3.500 millones de euros.