
Los bancos de Grecia, golpeados por la rebaja de sus calificaciones crediticias, han pedido más respaldo financiero al Gobierno, según explicó este miércoles el ministro de Finanzas, George Papaconstantinou. Así, el país autorizará el reparto según cuota de mercado de los 17.000 millones que aún quedan del plan de rescate aprobado en 2008. Grecia tendrá que pagar cara su emisión de deuda en dólares.
"Los bancos han pedido usar los fondos remanentes del plan de respaldo", dijo Papaconstantinou refiriéndose al paquete acordado por el anterior gobierno conservador en 2008.
Y es que quedan cerca de 17.000 millones de euros disponibles, principalmente en garantías estatales, del plan de respaldo de 28.000 lanzado para ayudar a las entidades griegas durante la crisis de crédito. Cuatro grandes bancos que acumulan casi el 60% de las transacciones del país (Nacional, Alpha, Pireos y Eurobank) han solicitado ya dinero al banco emisor.
El ministro aseguró que su controlará el uso que se dé a esos fondos y explicó que "cada entidad bancaria recibirá entre 3.000 y 4.000 millones de euros, en función de su cuota de mercado".
Los problemas crecen
El banco central de Grecia dijo que los préstamos problemáticos del sistema bancario crecieron aún más en el último trimestre de 2009, elevando su ratio en todo el año al 7,7% del total de la cartera.
La petición de ayuda adicional de los bancos muestra los problemas a los que se enfrenta la economía griega en su conjunto, que se espera que se contraiga al menos un 2% este año como resultado, en parte, de las medidas de austeridad impuestas para reducir un enorme déficit presupuestario.
Responsables del FMI iniciaron el miércoles conversaciones con Atenas sobre la implementación del plan de austeridad, cuando los temores en el mercado sobre la capacidad de Grecia para gestionar su deuda se reducen ligeramente, pese a la incertidumbre sobre el plan de rescate de la zona del euro.
Los costes de endeudamiento de Grecia alcanzaron el martes un máximo histórico en euros, alentados por el escepticismo de los inversores sobre una red de seguridad acordada el mes pasado entre la Unión Europea y el FMI, y por informaciones de medios sobre comentarios aparentemente contradictorios entre responsables financieros no identificados.
"Desafortunadamente, hay demasiadas personas no cualificadas que están hablando, diciendo lo primero que les sale de la cabeza", dijo Papaconstantinu en un programa de televisión por la noche, después de haber negado una información acerca de que Grecia estaba buscando renegociar el plan de rescate.