Economía

El miedo de la UE a provocar la caída del Gobierno alemán complica el rescate de Grecia

La posibilidad de que la UE pacte este jueves un mecanismo para rescatar a Grecia se desinflaba este miércoles por la noche, aunque sus partidarios mantenían la esperanza. UBS cree que el destino inevitable de Grecia es el default.

Herman Van Rompuy, presidente del Consejo Europeo, y José Manuel Durao Barroso, presidente de la Comisión Europea, multiplicaron sus contactos con Berlín para intentar que el Gobierno alemán aceptara la celebración, este jueves en Bruselas, de una cumbre de los jefes de Estado o de Gobierno de los 16 países que comparten el euro como moneda única, justo antes de que por la tarde comience una cumbre de los Veintisiete.

La cumbre del Eurogrupo escenificaría un acuerdo para evitar la quiebra de Atenas y facilitarle financiación más barata que los mercados. Pero Alemania mantenía este miércoles su veto. Y sus socios comunitarios no querían ejercer demasiada presión por miedo a provocar una caída del Ejecutivo de la canciller Angela Merkel, lo que hundiría al Viejo Continente en una incertidumbre aún más insondable.

Merkel y su laberinto

Las capitales europeas no dudan del europeísmo de Merkel ni de su interés por prevenir la quiebra de Grecia, para evitar que en su desplome arrastre a la banca alemana, en cuyas manos está el grueso de la deuda pública de la República Helena.

Y fuentes comunitarias subrayaban este miércoles que el rescate de Grecia no es un problema económico, puesto que supone un desembolso infinitesimal comparado con los planes de rescate puestos en marcha en los años 2008 y 2009 para evitar, con cargo a los presupuestos públicos, el colapso del sector bancario.

También aseguraban que la operación de rescate planteada -préstamos bilaterales de cada capital del euro a Atenas por un monto total que rondaría los 22.000 millones de euros- es legal, en contra de lo que pretexta el Gobierno alemán. España contribuiría con unos 2.000 millones y Alemania, con unos 4.000.

El problema es que la convivencia en el interior de la coalición gubernamental entre los conservadores de Merkel y los liberales es más tensa que entre el vecindario de la comedia televisiva Aquí no hay quien viva; los liberales se oponen al rescate, al contrario que los socialistas que hace un año aún formaban parte del Gobierno; el país sufre la efervescencia de la precampaña de unas elecciones regionales cruciales; y entre la prensa y la opinión pública están calando lugares comunes nacionalistas y populistas que no son nuevos, pero sí muy antieuropeos. Argumentos que añoran la solvencia del marco, y lamentan que el contribuyente alemán siempre tenga que pagar los platos rotos en la UE.

Concesiones a Alemania

Así las cosas, el Gobierno alemán consideró este miércoles por la tarde que era "improbable" que este jueves se celebre finalmente una reunión entre los líderes de la zona euro para acordar un mecanismo de ayuda financiera a Grecia, según informó desde Berlín la agencia Efe. "No vemos qué es lo que podría aportar ese encuentro", explicaron a la Agence France Presse fuentes del Ejecutivo germano.

Pese a que consideran que la credibilidad del euro exige que sus miembros arreglen entre ellos sus problemas sin necesidad de ayudas externas, Francia, España, Bélgica, la Comisión Europea, y el presidente del Eurogrupo, el luxemburgués Jean-Claude Juncker, han minimizado su oposición a acudir al FMI para que corra con parte del rescate, como pedía Alemania para reducir el costo. Y Grecia parece conformarse con un pacto sobre el mecanismo de ayuda aunque no incluya su activación inmediata.

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