El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha decidido hoy mantener los tipos de interés en el 1%. Respecto a la esperada estrategia a seguir para la retirada gradual de las medidas extraordinarias de liquidez, el presidente de la entidad, Jean Claude Trichet, ha explicado que se mantendrá la adjudicación de liquidez plena en las subastas semanales y que retomará las subastas normalizadas a 3 meses en abril.
En la rueda de prensa tras la reunión del consejo de gobierno del BCE, Trichet ha explicado que el banco europeo mantendrá, como mínimo, hasta el próximo 12 de octubre, el procedimiento de adjudicación de plena y tipo de interés fijo en las subastas semanales.
El BCE también llevará a cabo las operaciones de refinanciación especiales con este procedimiento de adjudicación de liquidez plena y tipo fijo "el tiempo que sea necesario", pero vuelve al procedimiento anterior a la crisis de puja con un tipo de interés variable en las operaciones ordinarias con vencimiento a tres meses, comenzando con la que tendrá lugar el 28 de abril.
"Las cantidades adjudicadas en estas operaciones serán establecidas con el objetivo de asegurar condiciones suaves en los mercados de dinero y evitar diferenciales significativos entre los tipos de puja y el tipo de interés que prevalece para las operaciones principales de refinanciación", que es la tasa oficial del BCE, ha apuntado Trichet.
A su vez, la última operación extraordinaria de refinanciación a largo plazo, con vencimiento a seis meses y que tendrá lugar el próximo 31 de marzo, se adjudicará a la media del tipo mínimo de puja de las operaciones principales de refinanciación durante el periodo de vida de esta operación (seis meses).
Los cambios han sido menores de lo esperado. "El mercado no da para más", comenta José Luis Martínez, estratega de Citi, quien cree que "las condiciones de crédito seguirán siendo favorables" y "no distorsionan al mercado".
Precio del dinero "apropiado"
Respecto a los tipos de interés al 1%, en su discurso, Trichet ha vuelto a calificarlos de "apropiados", por lo que la posibilidad de que se produzca una subida del precio del dinero permanece lejana.
Así, el banquero galo ha afirmado que la Eurozona registrará bajas presiones inflacionistas en el horizonte relevante, ya que las expectativas de inflación a medio y largo plazo permanecen "firmemente ancladas" de acuerdo con los objetivos de estabilidad de precios de la entidad.
Nuevas previsiones
De este modo, los economistas del BCE ajustaron sus previsiones de crecimiento del PIB este año y ahora prevén que la economía de la zona euro crecerá entre el 0,4% y el 1,2%, frente al rango de entre el 0,1% y el 1,5% previsto en diciembre, aunque Trichet advirtió de que el dato del primer trimestre podría verse afectado por el mal tiempo sufrido por la región.
De cara a 2011, los expertos del BCE han revisado al alza sus pronósticos como reflejo de la esperada mejoría en la actividad económica mundial, hasta un rango de entre 0,5% y el 2,5%, frente a la horquilla prevista en diciembre de entre el 0,2% y el 2,2%.
Respecto a los precios, el BCE considera que en 2010 se situarán entre el 0,8% y el 1,6%, lo que supone una cierta revisión a la baja, mientras que para 2011 espera que la inflación aumente entre el 0,9% y el 2,1%, algo más de lo estimado en diciembre.
No al FMI
Grecia y su situación fiscal volvió a ser uno de los temas centrales en la rueda de prensa tras la reunión de la entidad emisora. Trichet, ha dejado clara su desconfianza ante la actuación del Fondo Monetario Internacional en el problema griego.
"No confío en que resulte apropiado dar entrada al FMI como suministrador de ayuda (a Grecia) ya sea a través de acuerdos de stand by o cualquier otro tipo de ayudas de esa índole", ha afirmado el presidente del BCE, quien reiteró que las medidas de ajuste presentadas por Atenas en el día de ayer son "convincentes y sustanciales" al tiempo que calificó como "absurda" la hipótesis de que Grecia abandone el euro.
Asimismo, el banquero galo ha rechazado comentar la posibilidad de cambiar la calidad de los activos aceptados como garantía en sus operaciones de financiación, que en el caso de Grecia dependen de que la agencia Moody's no recorte más la nota de su deuda.
Trichet ha aprovechado el nombramiento del FMI para criticar abiertamente su petición de que los bancos centrales eleven sus objetivos de inflación.
"Tal sugerencia demuestra poca atención a los numerosos trabajos de investigación y análisis que defienden la idoneidad del objetivo del 2%", ha espetado Trichet, quien advirtió de que una modificación de tales objetivos de inflación sería "contraproducente", ya que enviaría a los mercados el mensaje de que "cualquier cambio es posible, lo que resulta extremadamente peligroso".