Economía

CEOE reconoce que se vio forzada a firmar un acuerdo salarial 'político'

Gerardo Díaz Ferrán, presidente de la CEOE. Foto: Archivo.

Sin ilusión, con la profunda convicción de que se trabaja en contra de los intereses propios y de la economía nacional, pero conscientes de que las circunstancias extraordinarias que atraviesa el país exigían un gesto político. Nueva bronca en la patronal por las cesiones en el pacto salarial con los sindicatos.

Así aceptaron los miembros de la Junta Directiva de la CEOE las explicaciones de su presidente, Gerardo Díaz Ferrán, y del vicepresidente y responsable de las Relaciones Laborales, Santiago Herrero, sobre el Acuerdo sobre la Negociación Colectiva para los próximos tres años que la organización empresarial firmó con los sindicatos mayoritarios el pasado día 10 de febrero.

El debate se producía durante la reunión de la cúpula de la patronal española del 17 de febrero y la conclusión general era que este acuerdo es "políticamente necesario", pero sus términos "pueden complicar la negociación colectiva en lugar de facilitarla".

Sin embargo, no hubo deserciones, pese a las discrepancias, porque, como señalaba un miembro de la Junta Directiva al término de la reunión, "en circunstancias excepionales se necesitan medidas extraordinarias, aunque ello implique renuncias personales".

Especialmente crítica fue la intervención del presidente de la Comisión de Economía, José Luis Feito, quien aseguró que el acuerdo firmado aumenta la rigidez en la fijación de los incrementos salariales. A este respecto, recordó que durante la crisis anterior, en los años 1992-93, el ajuste llegó a hacerse cuando durante dos años consecutivos los salarios crecían por debajo de la inflación, recuperándose competitividad, "fenómeno que el Acuerdo de Negociación Colectiva va a dificultar en esta ocasión".

El problema, como adelantó elEconomista el pasado 19 de febrero, radica en la redacción de la cláusula de garantía salarial que sirve para recuperar el poder adquistivo que los trabajadores pierdan durante los ejercicios de moderación de los sueldos y que, en los términos en que se cerró, obliga a las empresas a pagar los salarios perdidos por sus empleados, lo que en realidad elimina la contención salarial que se pretende para el trienio.

Para la cúpula de la patronal, el responsable del desaguisado tiene un nombre: Santiago Herrero, que ha sido acusado de "pactista" en beneficio de sus propios intereses como aspirante a la sucesión de Díaz Ferrán al frente de la CEOE.

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