El presidente del Gobierno insiste en que, en cuanto a la destrucción de puestos de trabajo, "lo peor ha pasado ya". "Vamos a ver si a partir del verano, de primavera-verano, empezamos a equilibrar la capacidad de crear empleo", ha dicho Zapatero, quien presume de haber mantenido su compromiso de "no restringir los derechos de los trabajadores", pese a la "fuerte presión ambiental".
En una entrevista concedida al diario El País, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, hace balance de la economía española, echando la vista atrás, hacia el comienzo de una crisis que al Ejecutivo le costó reconocer como tal y que tiene en la destrucción de empleo su efecto más dañino.
Zapatero sitúa en la primavera de 2008 los primeros síntomas de que las cosas iban realmente mal, tras el crac financiero, pero no cree que hasta otoño se constatara en todo el mundo la gravedad de la situación.
Respecto a la reacción, posiblemente tardía, de su Gobierno ante la crisis, el presidente del Gobierno asegura que "tomamos medidas para combatir las distintas manifestaciones de los problemas económicos que se iban produciendo". Lo único que reconoce no haber hecho -"porque creo que no se podía hacer"- fue acudir al rescate del sector inmobiliario, que es de donde habría llegado la mayor destrucción de empleo, según el líder del PSOE.
Volverá la confianza
Zapatero considera que es responsabilidad de quien gobierna lanzar "mensajes de estímulo al país", aunque dice comprender "el desasosiego y la crítica" de los ciudadanos ante "la crisis económica más fuerte desde los años treinta del siglo pasado".
"Cuando una crisis económica ha generado cerca de 1,5 millones de pérdidas en puestos de trabajo se produce una pérdida de confianza en el conjunto del país".
"En cuanto veamos la recuperación volverá la confianza", asegura el presidente.
Compromiso social pese a las presiones
Por otra parte, Zapatero ha acusado al líder de la oposición, Mariano Rajoy, de ser el "portavoz político" de quienes apuestan por "abaratar el despido" que, según él, "no es el camino para crear empleo".
En este sentido, el presidente se ha mostrado orgulloso de no haber restringido "los derechos de los trabajadores", a pesar de haber tenido que soportar una "fuerte presión ambiental".
Zapatero cree que el camino para salir de la crisis generando nuevamente puestos de trabajo pasa por "crecer económicamente, ser competitivos, innovar, formación y educación".