Economía

¿Está la sociedad española preparada para reducir más de la mitad sus emisiones de CO2 en tan solo una década?

José Luis Blasco, socio responsable de Global Sustainability Services de KPMG en España.

Cuando en la Cumbre se han superado los 40.000 inscritos rebasando con mucho la capacidad de 15.000 personas del Bella Center y comienzan a llegar las celebrities, nos preguntamos si la sociedad está preparada para un compromiso de reducciones del 20%-30% en 2020 que propone la UE.

Nos hemos acostumbrado a oír hablar de cambio climático a los políticos, a las empresas y a los científicos, pero hay datos que nos hacen dudar que el mensaje haya calado en la sociedad.

Los europeos, más concienciados

El estudio sobre opinión pública internacional sobre cambio climático, publicado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) pone de manifiesto por un lado la existencia de una mayoría de personas en el planeta que creen que el calentamiento global es una amenaza. Sin embargo, en un clima de crisis económica, las preocupaciones ambientales bajan su prioridad.

La invisibilidad, la causalidad difusa y diferida, la radicalidad práctica del cambio propuesto o la dificultad de ver progresos en el corto plazo, desde luego no ayudan a su divulgación y menos a la acción ciudadana de una sociedad adormecida que considera el consumo una conquista social.

Los datos muestran como los europeos son los más concienciados, junto con algunos países en desarrollo como Brasil o India, mientras que las sociedades china o norteamericana, los países islámicos y en las zonas rurales menos que en las urbanas, todavía mantienen porcentajes relevantes de ciudadanos que no ven en el cambio climático un problema por el que debamos preocuparnos.

¿Cómo nos afectará?

Convencidos o no, los ciudadanos ven en las noticias cómo se arma revuelo en la capital de Dinamarca, sin pensar cómo afectará a nuestras vidas disminuir las emisiones en un 30% en el año 2020. En un país como España y suponiendo que el crecimiento anual se realiza completamente ausente de emisiones, estaríamos hablando de una sociedad que debería emitir un 60% de menos (30% reducción, 30% de exceso actual sobre el objetivo de reducción del protocolo de Kioto asignado a España).

Deberíamos pensar que para poder llegar a este objetivo, nos va a hacer falta algo más que tecnología. En la próxima década tendremos que hacer un esfuerzo para fabricar automóviles, hogares o industrias con un hoy impensable consumo 60% menor. Teniendo en cuenta que todo el esfuerzo que la innovación no sea capaz de alcanzar, recaerá en la sociedad que disfruta de su bienestar bien en forma de carga fiscal compensatoria, bien mediante la disminución del consumo.

De esta magnitud es la transformación de la que estamos hablando. ¿Estamos preparados?, en cualquier caso enfocar empresarialmente esta circunstancia es una oportunidad sin precedentes.

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