
La crisis hace estragos en las más altas esferas del mundo empresarial. Ni siquiera se salva el jefe de los empresarios de nuestro país. Gerardo Díaz Ferrán, presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) ha visto en los últimos años cómo han fracasado sus proyectos más ambiciosos.
Después de tres décadas de éxito empresarial en el sector turístico, la caída de Diaz Ferrán ha sido notable. Y ha coincidido en el tiempo con su presidencia de la patronal, aunque como el mismo afirma este domingo en las páginas del diario El Mundo, "separo mis actividades empresariales de mi labor en CEOE".
Los mayores fracasos
Uno de sus mayores fracasos ha sido el declive de Aerolíneas Argentinas, una empresa que posee desde el año 2001 y que ha vivido la turbulenta situación económica del país sudamericano. Sin embargo, cuando Díaz Ferrán quiso salir de la compañía, se encontró con grandes dificultades impuestas por el Gobierno de Néstor Kirchner. El empresario esperaba recibir entre 400 y 600 millones de dólares, pero Kirchner se negó a pagar. El caso se encuentra actualmente en el tribunal de arbitraje, pero mientras no se resuelva, Díaz Ferrán no recibirá ni un euro por la aerolínea.
Otro gran fiasco viene de la mano de Air Comet. La aerolínea de larga distancia no pudo soportar la inversión realizada con la compra de 61 aviones Airbus y se encuentra desde el pasado verano en una turbulenta situación, sin pagar las nóminas a sus empleados. "Era prioritario pagar el queroseno", sentencia Díaz Ferrán. Pero de poco le servirá el combustible cuando los trabajadores inicien la huelga indefinida que está convocada de forma casi inminente. La única solución posible parece la venta de la aerolínea, aunque habrá que ver cómo se desarrollan las negociaciones que están en marcha con el brasileño Arnold Eleanora.
Dificultades fuera del sector turístico
También tiene el cartel de "se vende" la agencia de viajes Marsans, aunque Díaz Ferrán intenta quitar importancia a su situación, asegurando que "no es desesperada". Pero el sector turístico no es el único en el que el presidente de la patronal ha sufrido las consecuencias de la crisis económica. Su entrada en Sos Cuétara, que tuvo lugar en el año 2007, le ha provocado unas pérdidas de 100 millones de euros, y sus inversiones en Martinsa-Fadesa suman otros 25 millones a los números rojos de Díaz Ferrán. "Y menos mal, porque queríamos poner 75 millones más", asegura.
Resulta paradójico que el empresario que representa al sector en nuestro país esté inmerso en esta delicada situación, con deudas a Hacienda y a la Seguridad Social, suspensiones de pagos... Sin embargo, Díaz Ferrán no quiere entrar en el 'juego' de los favores con el Gobierno, que según reconoce, "ni me ayuda ni me deja de ayudar". Y es que, como él mismo asegura, "nos habremos equivocado, pero vamos a seguir siendo empresarios. Moriré con las botas puestas". Es toda una declaración de intenciones.