
Vivir en una u otra capital de provincia no es neutral desde el punto de vista de los impuestos que paga el ciudadano. Tampoco es relevante que esa ciudad tenga mayor o menor número de habitantes, porque los impuestos municipales tienen una relativamente amplia elasticidad.
Por ejemplo, en Huelva rige el tipo más elevado del Impuesto sobre Bienes Inmuebles de Naturaleza Urbana (IBI) entre las 52 capitales de provincia, el 1,062%, un tipo que más que duplica el que se viene aplicando en ciudades como Toledo, Soria, Burgos o Cuenca, donde la tasa aplicada no llega al 0,5%.
Tomando el concepto de esfuerzo fiscal absoluto (el valor catastral es el que supone el incremento medio que han experimentado los valores catastrales de acuerdo con las revisiones realizadas y el tipo es el establecido por los ayuntamientos), tenemos el caso de que Lérida sería la capital de España que exige un mayor esfuerzo a sus ciudadanos en el IBI, con una cuota de 113,9 euros, seguida de Tarragona ( 109,6 euros y Ciudad Real (104,1 euros.
La más cara es Sevilla
Entre las seis mayores ciudades españolas, la más cara es Sevilla, que ocupa el sexto lugar nacional con una cuota de 97,07 euros. Barcelona y Valencia ocupan los puestos 12 y 13, con cuotas de 86,08 euros y 86,06 euros, respectivamente. Málaga va en el puesto 16, con 83,69 euros de cuota.
Hasta el puesto 24 no aparece Madrid, con una cuota de 71,02 euros en tanto que Zaragoza ocupa el puesto 36 con 62,5 euros de cuota y Bilbao el 39, con 59,72 euros de cuota. La capital más "barata" es Pamplona debido a que, como en el caso de Bilbao, no se han revisado los valores catastrales.
Por esta misma razón es Pamplona la capital en la que el tipo impositivo ha sufrido el mayor incremento entre 2008 y 2009, el 5,81%. En este incremento le han seguido Castellón, Palma de Mallorca y Cáceres.
Aumento de la presión
Por lo que se refiere al otro gran impuesto local, el de Actividades Económicas, el esfuerzo fiscal absoluto más elevado lo exige Almería, seguida de Cádiz, San Sebastián, Tarragona y Bilbao. Barcelona ocupa el décimo puesto y Madrid se sitúa dos por detrás.
En cuanto al aumento de presión por este concepto es Valencia el municipio donde más se ha elevado este año, con el 35,3%, seguida de Castellón ( 21,7%), Albacete ( 18,59%). Burgos, Soria, Toledo y Cáceres redujeron el IAE, aunque de manera casi simbólica.