
La pérdida de empleos en Estados Unidos aumentó vertiginosamente en junio (467.000 puestos de trabajo eliminados), y la tasa de desempleo ascendió a 9,5%, según datos del departamento de Trabajo divulgados este jueves, lo que hizo añicos la esperanza de una pronta recuperación económica.
Esta pérdida neta de empleos, tras dos meses de baja fue mucho mayor de la que prevían los analistas, que esperaban que se perdieran 365.000 puestos de trabajo.
Estos datos del informe del departamento de Trabajo rectifican la mejora relativa experimentada en mayo, mes en el que se perdieron 322.000 empleos
El aumento de la tasa de desempleo, en cambio, es un poco inferior al esperado por los analistas (estimaban 9,6%). En mayo había ascendido a 9,4%.
Aún no se ha tocado fondo
"El decepcionante informe pone de relieve la severidad del empeoramiento y sugiere que en materia de empleo aún no hemos tocado fondo", dijo Sophia Koropeckyj en Moddy's Economy.com.
"Continúa el deterioro del mercado de trabajo, y hay pocos indicios de que las condiciones estén mejorando", agregó.
Meny Grauman, economista de CIBC World Markets, afirma que algunos analistas se apresuraron al anticipar una recuperación económica. "Esto demuestra que la recesión perdura en Estados Unidos", aseguró.
"Es un asunto de ritmo del deterioro y no de recuperación. La contracción de la economía es más lenta que al principio del año, pero seguimos cuesta abajo", añadió.
Un futuro incierto
Desde el inicio de la recesión en diciembre de 2007, la mayor economía del mundo perdió 6,5 millones de puestos de trabajo y la tasa de desempleo se incrementó en 4,6 puntos porcentuales, según el departamento de Trabajo.
"La decepción no fue sólo la magnitud de la pérdida de empleos, sino el hecho de que fuera tan generalizada", señaló Sal Guatieri de BMO Capital Markets.
"El panorama sigue siendo incierto, y por eso las empresas son reacias a emplear, a pesar de que la demanda está aumentando", dijo.
Galtieri asegura que los problemas económicos sugieren que existe el riesgo de una espiral descendente alimentada por la débil demanda, que provoca pérdida de empleo y menores ingresos, y la reducción de los gastos de consumo que son el alma de la economía.
"Esto es sólo un informe mensual, pero si es seguido por otro informe decepcionante en julio, tal vez debamos revisar a la baja nuestras previsiones para el tercer trimestre" en Estados Unidos.
El informe señala que la industria manufacturera perdió 136.000 empleos en junio, y 1,9 millón desde que empezó la recesión.
Las demandas de subsidio de desempleo
El número de empleos perdidos se duplicó, o más, en el sector servicios, en el que trabaja más del 85% de la mano de obra no-agrícola, y en el que se perdieron 244.000 puestos de trabajo. La excepción fueron la educación y la salud, donde se crearon 34.000 puestos de trabajo.
En un informe separado se señala que las demandas de subsidio de desempleo se redujeron en 16.000 en la semana que terminó el 27 de junio para situarse en 614.000.
El número de personas que recibía subsidios de desempleo se redujo en 53.000 en la semana terminada el 20 de junio y se situó en 6.702.000.
La economía estadounidense se contrajo 5,5% en el primer trimestre de 2009 y 6,3% en el último trimestre de 2008, lo que representó la peor caída en décadas.
El presidente Barack Obama dijo este jueves que está "profundamente decepcionado" por las nuevas cifras sobre empleo, dijo su portavoz.
Preocupación ante el deterioro del empleo
"Obviamente está profundamente decepcionado por la continuada pérdida de empleo en nuestra economía", dijo el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs. "El presidente se mantiene muy preocupado de que perdamos empleos mes a mes".
Por su parte, la secretaria de Trabajo, Hilda Solís, afirmó que el informe "es un recordatorio de la severidad de los problemas económicos que esta administración heredó y sigue poniendo de manifiesto las apremiantes necesidades de las familias trabajadoras estadounidenses".
Agregó que "con las políticas de la administración hay indicios de que la economía se fortalece. La confianza de los consumidores está aumentando y los mercados financieros e inmobiliarios se están estabilizando".